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Edmundo Díaz murió en un insólito accidente de tránsito en Girón

Hay dolor en el municipio de Girón por cuenta del fallecimiento de don Edmundo Díaz Carvajal, de 62 años, en un insólito accidente de tránsito.

Ocurrió sobre las 6:45 de la noche del pasado sábado, cuando Edmundo se desplazaba al mando de una motocicleta Yamaha DT, de placas MRT-31A y de color blanco, por la transversal 17C con 18 del barrio ciudadela Villamil, justo por todo el malecón en aparente contravía, según dieron a conocer testigo a las autoridades de tránsito.

En ese mismo momento iba un automóvil transitando por el lugar. Moto y carro se encontraron y Díaz Carvajal, quizás consciente de la falta que estaba cometiendo, decidió subirse a un bordillo, en donde perdió el control de su vehículo y terminó sufriendo una caída.

Para tal mala suerte, su cabeza impactó con un bolardo del mobiliario urbano. El ‘golpazo’ lo dejó inconsciente en el suelo.

“Decenas de personas, entre adultos y niños, que a esa hora departían en los diversos juegos infantiles del sector, fueron enseguida a mirar lo sucedido.

Ellos reportaron el hecho a las autoridades y llamaron a las ambulancias para que le brindaran la atención requerida.

Ya para cuando llegó la ayuda, no había nada que hacer, don Edmundo había fallecido tras el trauma craneoencefálico sufrido. A quienes aseguran que la respuesta tardó mucho en aparecer.

“Fueron como casi 20 minutos que el señor duró tirado y aún tenía vida, se llamó y nadie lo subió a un carro o un taxi para llevarlo a la Clínica de Girón”, aseguró un testigo.

Ya solo restó que la Unidad de Criminalística de la Secretaría de Tránsito y Transporte de Girón adelantara el respectivo levantamiento del cadáver de la víctima.

“Mucha gente dice que iba en contravía, se encontraron y el señor se subió, perdió el control y sufrió la muerte. Fue un deceso inusual, al caer del bordillo con el que se tropieza, cae la moto metro y medio. Ahí se produjo la muerte”, dijo una autoridad de tránsito a Q’hubo.

El hombre de 62 años residía en el barrio Arenales 2 Etapa del municipio gironés, justo se dirigía a su casa cuando pasó el lamentable hecho.

Sus familiares y allegados, en medio de su dolor, lo recordaban como un hombre trabajador, amoroso, de hogar y un gran padre.

Por varios años, el hoy occiso laboró en la empresa Santandereana de Aceites, Saceites, en donde estaba ad portas de salir jubilado.

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