La esperanza que tenían los familiares de Verónica María Castro Barrios se desvaneció poco después de que se enteraran de los balazos que recibió la mujer en un ataque sicarial en Arjona.
A las 10 de la mañana de este viernes 29 de septiembre, dos sujetos en moto llegaron al barrio Las Parcelas y dispararon indiscriminadamente contra un hombre, quien murió en el acto. Castro, por su parte, quedó con vida y de inmediato fue trasladada la Clínica Gestión Salud, en Cartagena, donde estuvo en una Unidad de Cuidados Intensivas. Unas cinco horas después de ser ingresada, los médicos confirmaron su muerte.
La noticia devastó a sus familiares y allegados. Desde que supieron lo que pasó no han dejado de publicar mensajes de despedida en redes sociales.
“Vuela muy alto y vela por tu hija desde allá arriba. Descansa en paz”, “qué dolor tan grande, la mona de la familia”, “teníamos la esperanza que volvieras con vida pero no fue así. Paz en su tumba”, son algunos de ellos.
El doble homicidio está en investigación; sin embargo, hay una primera información que relata lo que sucedió.
Autoridades afirman que Castro Barrios recibió las balas en la cabeza cuando compraba en la tienda a la que llegaron los sicarios a dispararle a Miguel Eduardo Bello Beltrán.
El hombre, de 29 años, cayó en el suelo y murió casi que de inmediato. Las decenas de personas que se acercaron intentaron ayudar, pero se dieron cuenta de que nada podían hacer para salvarle la vida.
La víctima que se dedicaba a oficios varios quedó con cuatro heridas en la cabeza, dos en el cuello y otras dos en el brazo derecho.
La Policía de Bolívar confirmó que tenía dos anotaciones por el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, una por lesiones personales y una más por fabricación, porte de armas de fuego y municiones.
Sobre Verónica Castro no hay mayor información. La mujer tenía 28 años, era madre y ama de casa. Su familia ahora espera que este crimen no quede en la impunidad y quienes participaron en él paguen por el dolor que dejaron entre quienes la querían.
