Un grupo de personas que se dirigían a hacer labores de topografía en un lote de la vereda Lagunetas de Girón, se encontró con la escena más escabrosa que probablemente hayan visto, por lo menos en la vida real.
Un cadáver humano en alto grado de descomposición, carcomido por la putrefacción, quizá por animales carroñeros también, colgado a un árbol con un alambre de púas. Ya no tenía rostro, era una calavera, solo sus dientes se conservaban. Hasta su ropa se deshizo.
En el pastizal encontraron retazos de un blujean y una camisa de rayas.
“Veníamos a hacer ploteos de unos planos y vimos el cuerpo. De inmediato dimos aviso a las autoridades”, narraron horrorizados los testigos.
Aún las autoridades no han esclarecido el ‘rostro’ de semejante tragedia. El dictamen forense determinará la identidad de la víctima y la causa de su muerte.