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En Piedecuesta, 50 niños de un jardín infantil del ICBF no tienen transporte

El recorrido desde el sector de Guatiguará y Nueva Colombia hasta el Centro de Desarrollo Infantil, CDI, ‘Caminos a Belén’ del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, en el barrio Junín, genera un gasto excesivo para los padres de familia, quienes están censados en los primeros niveles del Sisbén.

Cerca de 50 familias están a la espera de que la Alcaldía de Piedecuesta les restablezca el servicio de transporte escolar para sus hijos, quienes tienen que movilizarse diariamente desde el sector de Guatiguará y Nueva Colombia hasta el Centro de Desarrollo Infantil, CDI, ‘Caminos a Belén’, en el barrio Junín.

El recorrido desde el sector de Guatiguará y Nueva Colombia hasta el Centro de Desarrollo Infantil, CDI, ‘Caminos a Belén’ del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, en el barrio Junín, genera un gasto excesivo para los padres de familia, quienes están censados en los primeros niveles del Sisbén.

Magali Mejía, una de las madres denunciantes, explicó que durante el año los acudientes de los infantes han instaurado derechos de petición para que el alcalde de Piedecuesta, Mario José Carvajal, renueve el contrato de transporte escolar.

“En las anteriores administraciones los mandatarios habían firmado convenios con empresas de transporte para llevar a los niños de escasos recursos a su jardín infantil. Sin embargo, esta Alcaldía no se ha interesado en renovarnos este servicio”, afirmó.

En promedio, a este CDI asisten unos 70 niños quienes, en situaciones de escasez, faltan a sus jornadas pues sus padres no tienen cómo costear el valor de cuatro recorridos.

“Al mes son como 120 mil pesos o más, lo que uno debe sacar del bolsillo para pagar el transporte, porque no puede enviar al niño solo. Al día se deben costear cuatro pasajes”, aclaró Milagros Jaimes, una de las madres afectadas.

Deserción escolar

Ante esta situación, algunos padres han optado por retirar a sus hijos del jardín infantil. “Ya son como 10 niños los que han tenido que dejar de asistir a clase, sus padres no pueden pagar el servicio”, agregó Mejía.

La madre aclaró que la situación en el sector de Nueva Colombia y Guatiguará no es la mejor. “Si mucho uno come dos veces al día, no hay plata para otra necesidad y nuestros niños deben estudiar, porque es un derecho”, puntualizó.

La juntanza de estas madres las ha hecho protestar, hacer pancartas y dar a conocer esta situación a todo aquel que pueda difundirla. Las acciones jurídicas que hasta la fecha han interpuesto no han servido para conseguir su objetivo.

“En la Alcaldía, en marzo, nos respondieron que empezarían el estudio de un proceso de contratación para garantizar el servicio, pero sigue en veremos”, contó Mejía.

Esta redacción tuvo acceso a la respuesta de la Administración Municipal, en la que prometían una solución para estas madres.

“La Secretaria de Desarrollo Social, previo a su aprobación, iniciará el proceso para solicitar recursos de balance y establecer el proyecto de transporte escolar”, respondió la Alcaldía.

Ante el silencio administrativo de esta entidad, las madres solicitan al Alcalde cumplir con lo prometido y garantizar que los niños puedan asistir a clase. “Lo que interpretamos es que a la Administración no le interesa la niñez”, argumentó Magali Mejía.

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