Desde hace una semana la familia Ortiz Sandoval no concilia el sueño. Jinm Alexánder Ortiz Sandoval, el pasado miércoles 16 de noviembre, se lanzó a un pozo en el río Suratá, en la vereda Rosa Blanca al norte de Bucaramanga, un remolino lo succionó y desde ese momento se desconoce su paradero.
Según su hermana, Saidy Ortiz, quien junto a dos amigos lo acompañaron a un baño en el río, fueron hasta ese lugar bajo los efectos del licor porque Jinm no superaba la muerte violenta de su padre. Fue asesinado por robarlo hace tres años, un 16 de diciembre.
“Mi hermano todos los días 16 acostumbra a tomar. A mi papá lo mataron en la casa unos extranjeros por robarlo. Jinm no lo superó. Y por eso el bebía e iba a ríos a bañarse”.
Solo que en su último ‘chapuzón’ el cuerpo del hombre de 33 años desapareció y pese a los esfuerzos por su rescate aún no ha sido encontrado.
“Yo lo vi caminar y en cuestión de segundos la corriente lo sumergió. Cerré los ojos y cuando los abrí no lo vi más. Gritamos y pedimos ayuda, pero las aguas se lo llevaron. Yo ese día no quería ir, pero así son las cosas”.
Jinm tenía un local en la zona centro de Bucaramanga donde vendía diferente mercancía junto a una hermana y su madre. Era padre de un pequeño y estaba separado.
Han pagado por el rescate
Saidy comentó que ha tenido que contratar a expertos en el uso de kayak de San Gil para continuar la búsqueda de su hermano. Han recorrido la zona norte de Bucaramanga hasta el corregimiento de Bocas en Girón, sin que haya una señal del cuerpo.
“Mi hermano tiene tatuado el número 16 en la mano derecha, recordando el día del asesinato de mi papá. Esa es la señal particular que nos permitiría identificarlo. Tuve que pagar porque no han sido suficiente los esfuerzos de los organismos de rescate”.
Por su parte, Dudwing Villamizar, jefe de comunicaciones de la Defensa Civil, aseguró que funcionarios de la entidad siguen apoyando la búsqueda que se ha extendido a otros municipios fuera del Área Metropolitana.
