Una misión científica para cartografiar el océano, apoyada por la Unesco, ha descubierto frente a las costas de Tahití (Polinesia Francesa) uno de los mayores arrecifes de coral sanos del mundo, a una profundidad de entre 30 y 65 metros.
Este arrecife es muy valioso por sus grandes dimensiones: tres kilómetros de largo y entre 30 y 60 metros de ancho. Pero si algo ha sorprendido al equipo científico es su buen estado de preservación, el estado original de los corales en forma de rosas que alcanzan los dos metros de diámetro.
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Se trata de un descubrimiento inusual porque, hasta ahora, la gran mayoría de los arrecifes de coral conocidos se encuentran a una profundidad de hasta 25 metros, por lo que es muy probable que haya arrecifes de gran tamaño, a más de 30 metros de profundidad, en la “zona crepuscular” del océano que desconocemos.
“Este notable descubrimiento en Tahití demuestra el increíble trabajo de los científicos que, con el apoyo de la Unesco, amplían nuestros conocimientos sobre lo que hay debajo”, destacó la directora general de la organización Audrey Azoulay.
¿Qué significa este hallazgo?
La Polinesia Francesa sufrió un importante evento de blanqueamiento de corales en 2019. Sin embargo, este arrecife no parece haber sido afectado de forma significativa.
“El descubrimiento de este arrecife en una condición tan prístina es una buena noticia y puede inspirar la conservación futura. Creemos que los arrecifes más profundos pueden estar mejor protegidos del calentamiento global”, dijo Laetitia Hedouin, del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia.
El proyecto, dirigido por el fotógrafo explorador Alexis Rosenfeld, se enmarca dentro del planteamiento global de la Unesco de cartografiar los océanos.
“Hasta la fecha, conocemos mejor la superficie de la Luna que las profundidades del océano. Solo se ha cartografiado el 20% de todo el fondo marino”, explicó Azoulay.
Según la Unesco, los arrecifes de coral son una “importante fuente de alimento para otros organismos”, por lo que su localización puede ayudar a la investigación sobre la biodiversidad.
Los arrecifes también pueden proporcionar protección contra la erosión costera o los tsunamis y los organismos que viven en ellos pueden ser “importantes para la investigación medicinal”.
El mundo ha perdido en los últimos 10 años el 14 % de sus arrecifes de coral, así lo reveló el informe “Estado de los arrecifes de coral del mundo: 2020”. Se estima que la alarmante cifra aumentó el último año.
Contaminación marina
La contaminación marina afecta millones de animales marinos y sus hábitats y los arrecifes de coral no son la excepción. “Gran parte del problema que tenemos actualmente es que todos los desechos y fertilizantes que llegan al océano favorecen a las algas en esta competencia que tienen con el coral, porque las algas utilizan esos nutrientes para crecer más; hacen fotosíntesis, liberan carbón orgánico y esto afecta a los corales. Además, el daño que se veía en los arrecifes tiene que ver con las enfermedades, esto tiene que ver con un mal manejo de aguas residuales”, comentó Andrés Sánchez Quinto, post doctor en San Diego State University.
Si no hay un buen manejo de tuberías y de aguas residuales todos estos desechos llegan al mar.
La contaminación derivada del turismo significa otro factor de amenaza para los corales, al respecto el especialista hizo referencia al caso de los protectores solares, cuyos componentes dañan. “El bloqueador solar afecta directamente a los corales, porque los químicos que tiene afecta la comunidad microbiana y el coral pierde su primer sistema inmune”.
El desconocimiento y falta de información que se brinda en las zonas turísticas acerca de los corales también es una amenaza para este ecosistema.