Dicen que el mayor reto de un deportista no está en ser mejor que sus rivales, si no, en la capacidad de superarse a sí mismo y mejorar sus propios resultados.

El santandereano Julián Londoño puede ser, seguramente, un protagonista idóneo para esta postura, que encarna la situación de cientos de corredores que por cuestiones de la vida terminaron practicando uno de los deportes que se han puesto de ‘moda’ en los últimos años: el ‘running’.

Nacido hace 29 años en la Clínica Comuneros de Bucaramanga, Julián creció por las calles de la ‘Ciudad Bonita’ en el seno de una familia llena de valores, que siempre le recalcó la importancia del esfuerzo, sacrificio y trabajo duro.

Sin embargo, su conexión con el ‘running’ empezó en sus épocas de universitario, cuando por diversión empezó a salir a trotar con un grupo de corredores y quienes indirectamente lo inspiraron a sumergirse en lo que hoy es una de sus pasiones más grandes y con la que espera motivar a cientos de personas por medio de sus experiencias.

Uno de los retos más significativos de su vida

Sus condiciones no eran las mejores y su falta de experiencia y disciplina fueron sus principales enemigos en el principio de su aventura deportiva, esa que lo ha convertido en una mejor versión de él mismo y que ahora tiene como prioridad en su vida.

Con el paso del tiempo y el objetivo de retarse, ese comportamiento cambió totalmente y decidió entrar a competir en reconocidos eventos nacionales e internacionales.

Sin duda alguna, su recuerdo más difícil lo transporta a la Maratón de Chicago, una competencia para la que se preparó arduamente y en la que sufrió una dura lesión sobre el kilómetro 35; aunque logró terminar la carrera caminando, el golpe anímico fue lo suficientemente duro como para derrumbar uno de los sueños que más anhelaba con todo su corazón.

Una fractura por estrés fue el dictamen médico, el mismo que le prohibió correr por los siguientes meses y que lo sometió a un duro proceso de recuperación; no obstante, en esas cosas curiosas que tiene la vida, Julián tuvo una segunda oportunidad de reivindicarse con los 42 kilómetros y semanas después recibió la noticia de que fue escogido, por sorteo, para participar en la Maratón de Berlín, una de las siete competencias más grandes del mundo en esta disciplina.

Su felicidad fue inevitable y después de recibir el alta por parte de los especialistas, empezó otro proceso de preparación, con trabajos diferentes que le permitieron completar la distancia y celebrar “por lo alto” con la sensación del deber cumplido.

Julián busca transformar por medio de la experiencia

El éxito de este santandereano no se mide sólo en términos deportivos, en su vida profesional se considera una persona “orgullosa” de los logros que ha alcanzado; actualmente Londoño se desempeña como gerente comercial para Latam y el Caribe de una de las empresas de tequila más grandes del mundo y por medio de sus redes sociales (@juliandnrun) crea contenido para motivar a otras personas a salir de su zona de confort por medio del deporte.

Su mayor inspiración la encuentra en sus padres, a quienes les agradece por todas las enseñanzas, esas que espera seguir llevando a las metas, ya que su objetivo está más que claro: completar las siete carreras más importantes del mundo.

Berlín (completada), Chicago (completada), Nueva York, Londres, Boston, Tokio y Sídney son los retos que se propuso y aunque reconoce que no será tarea fácil, su preparación ya tiene foco, el próximo noviembre espera completar la Maratón de la ‘Gran Manzana’.

Por el momento, Londoño entrena para correr la Maratón de Miami que se realizará el próximo 2 de febrero y así como lo ha hecho en sus anteriores competencias, espera llevar tatuado en uno de sus brazos, una frase que lo identifica, lo motiva y le llena el alma: “siempre adelante, ni un paso atrás”.