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¡Qué cruel! A Luisa la mató su pareja frente a sus hijas de 2 y 3 años

Presagiando que algo terrible podría ocurrir, Diana les recalcó a sus hijos: “antes de yo partir de esta tierra, quiero verlos servir a Dios”.

uiero verlos sirviendo a Dios”. Esas fueron las últimas palabras que la pastora Diana Cecilia Jiménez le dijo a sus hijos el domingo 2 de julio a las 8 de la noche.

La mujer reunió a su familia para orar ante la delicada cirugía a la que debía someterse al día siguiente. Allí estaban el esposo de Diana y sus hijos, entre ellos Luisa Fernanda Higuera Jiménez. Le puede interesar: ¿Feminicidio? Hallan muerta a una mujer, de 23 años, en su casa, en Olaya

Presagiando que algo terrible podría ocurrir, Diana les recalcó a sus hijos: “antes de yo partir de esta tierra, quiero verlos servir a Dios”.

La reunión familiar terminó a las 9:30 de la noche. Todos los hijos de Diana estuvieron con sus parejas, a excepción de Luisa Fernanda, quien estuvo acompañada de sus dos niñas de 3 y 2 años. El compañero sentimental de ella esa noche se dedicó a ingerir licor con sus amigos muy cerca.

La música estridente que alegraba los sectores Zarabanda y Playas Blancas, de Olaya Herrera, contrastaba con el fervor religioso que se vivía en casa de la pastora Diana Jiménez. 

Luisa Fernanda estudiaba enfermería en un centro de educación superior de Cartagena.

Al terminar las oraciones, Luisa cruzó la calle y se encerró en su casa con sus dos niñas. Poco tiempo después llegó su pareja borracho y Luisa ni siquiera pudo trasmitirle el mensaje que su madre había dejado a la familia.

A la estudiante de enfermería, de 23 años, la mató sin compasión su marido delante de las dos pequeñas hijas de ambos.

Así lo asegura el también pastor Luis Valiente Iglesias, padrastro de Luisa y uno de los primeros en descubrir el cuerpo de la joven sobre un colchón en el suelo con visibles signos de violencia y ahorcamiento.

El feminicidio quedó al descubierto a las 11:45 de la noche de ese mismo domingo y desde entonces Diana y su familia están inconsolables. Viven la peor de las tragedias. 

“Se ahorcó en el baño”

Luisa convivía desde hace unos 7 años en unión libre con Yeison Cabarcas, quien se dedica al mototaxismo. Tuvieron dos niñas y siempre vivieron frente a la casa de Diana Jimenez.

“A pesar de esas dos niñas que llegaron a su hogar, ellos se la pasaban peleando. Siempre le decíamos a Luisa que se separara, que lo dejara, que era un mal hombre, pero ella decía que él iba cambiar. Lo amaba mucho”, le cuenta Luis Valiente a El Universal.

En esta vivienda del sector Zarabanda, en Olaya, ocurrió la tragedia que hoy embarga a la familia Jiménez.

El domingo, luego de llegar borracho a casa, Yeison comenzó a discutir con Luisa. De testigo está la hija mayor, que ante la trifulca se asomó asustada en la reja de la puerta principal.

“El hermano de Luisa, que vive en la misma calle, se dio cuenta de la niña y llegó hasta donde ella. La niña le dijo que el papá y la mamá estaban pelea”, relata el padrastro de Luisa. 

“El marido de mi hijastra se dio cuenta de la niña hablaba con su tío y enseguida apagó el foco y cogió a la niña por los brazos y se la llevó”:

Luis Valiente Iglesias.

En casa de Diana todos creían que era una de esas peleas acostumbradas. La música de un picó seguía sonando en Zarabanda.

Poco antes de la medianoche, el marido de Luisa salió corriendo de su casa y llegó desesperado a la vivienda de su cuñado, contándole que Luisa se había ahorcado en el baño.

Mientras todos iban a la casa de la estudiante, Yeison prendía su moto y se alejaba del sector. A Luisa la hallaron con golpes y heridas causadas con arma cortopunzante en el rostro, pecho y la espalda.

Un familiar de la joven confirmó que la golpearon y ahorcaron.

El cuerpo de la joven yacía sobre un colchón que estaba en el suelo. También la ahorcaron. “Yo fui al baño y ahí no había ninguna cuerda. Ese tipo la mató delante de sus hijas. Quizás ella gritó, pero la música no nos dejó escuchar”, recuerda Luis Valiente.

Estaba escondido

Al tener certeza que estaban frente a un caso de feminicidio, familiares de Luisa alertaron a la Policía y fue así como poco después, ya en la madrugada del lunes festivo, hallaron escondido a Yeison en casa de su hermana, en el sector El Progreso, de Olaya Herrera.

El presunto agresor está en proceso de judicialización ante la Fiscalía y en el transcurso de hoy y mañana será llevado ante un juez de Garantías.

“Dejas un gran vacío en nuestros corazones. Aún no lo puedo creer, quisiera que todo fuera un sueño. Vuela alto princesa, que Dios te está esperando y él cuidara de tus hijas. Dios hará justicia”, le han escrito a Luisa en las redes sociales.

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