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“No hemos logrado mucho, pero hay avances”: ¿qué ha hecho la vicepresidente Francia?

La frase es de la vicepresidenta y abre el interrogante sobre su gestión en 9 meses de gobierno. Su Ministerio de la Igualdad está en vilo. Petro le dio 16 funciones.

A Francia Márquez no le gustan las alturas, pero todos los días vuela en helicóptero. Le parece escalofriante viajar a varios metros de la superficie en una ‘mosca’ gigante, con una hélice de la que depende que ese aparato verde se mantenga en el aire mientras la lleva de Bogotá al Valle del Cauca, o desde cualquier otra parte del país al lugar que eligió como su centro de mando en la Vicepresidencia: la región.

Le decisión de tomar ese aparato día y noche surgió después de que en enero su equipo de seguridad encontró un artefacto con 7 kilos de material explosivo en la vía que comunica al Valle y a Suárez, Cauca, por donde ella transitaría en cuestión de horas para visitar a su familia.

Entonces, la orden presidencial fue una y tajante: la Vicepresidenta debía seguir haciendo ese recorrido en un helicóptero de la Fuerza Aérea puesto a su disposición, 24/7 y sin restricciones, porque es más seguro estar en el aire que en tierra por las carreteras que dominan los ilegales.

Esas travesías le salvan la vida, pero la tienen en el ojo del huracán porque la señalan de tener una vida de lujos, pese a que su caudal electoral se forjó usando como principal carta el origen humilde de una madre cabeza de hogar que pasó de ser empleada del servicio a ser galardonada por el nobel ambiental, el Premio Goldman en 2018, y el viernes fue elegida como una de las 100 mujeres más poderosas del país por la revista Forbes.

Según su opositora, María Fernanda Cabal, se ha gastado 2.869 millones de pesos de las arcas del Estado en 130 trayectos que tuvo entre agosto y marzo. Antes del intento de atentado, dicen quienes la conocen, ella prefería hacer ese recorrido en un carro que hasta pagaba de su bolsillo.

El tiquete infinito para viajar por helicóptero le costó una de sus salidas en falso de los ocho meses que lleva en la Vicepresidencia: el “pues de malas” que respondió en una entrevista con Semana, en la que le preguntaron sobre el helicóptero, el “que viva la Primera Línea” que proclamó durante las marchas del primero de mayo en Cali y haber contratado a un costoso chef, Rey Guerrero, para la fiesta de celebración de su investidura que terminó valiéndole al país 52 millones de pesos.

Las frases de Francia han sobresalido sobre las 16 funciones que le entregó el presidente, Gustavo Petro, en el decreto 1874 de 2022 con el que le puso tareas dentro de su Gobierno y en el que está consagrada la misión de poner a marchar el Ministerio de la Igualdad que por ahora solo está en papeles.

Francia está “bloqueada”

Un vicepresidente llega tan lejos como el presidente de turno lo permita. Germán Vargas Lleras tuvo el cheque en blanco que le dio Juan Manuel Santos para inaugurar obras de infraestructura y entregar casas; así como Marta Lucía Ramírez fue vicepresidenta y canciller al tiempo. Pero a la lideresa social no le han puesto a marchar el ministerio que le prometieron, el de la Igualdad, que fue el punto central de su alianza con Petro como fórmula en la contienda de 2022.

“Esto es una lucha que va más allá de la misma Francia. La tienen muy bloqueada, demasiado bloqueada, y no debería ser así. La tienen como la vicepresidenta para mostrar”, sostuvo una persona cercana a la vicepresidenta.

En la oficina de Francia hay un cuadro del expresidente Juan José Nieto Gil, el único mandatario negro que ha tenido Colombia. Ese retrato lo encontró la misma vicepresidenta en la bodega de obras de arte Casa de Nariño y eligió tenerlo en su despacho porque era el único rostro entre todos los más altos funcionarios de la historia del país con raíces en su esencia: lo afro.

Por su lucha le asignaron la tarea de responder por las comunidades y terminó etiquetada solo para esos temas. “El presidente la encasilla con lo que históricamente ha hecho, pero le pone tareas que son irrealizables como la de la Ley 70 de comunidades negras y el Fonbuenaventura que está desfinanciado. Le dieron un cadáver para administrarlo”, asevera John Jairo Blandón Mena, del movimiento Soy Porque Somos.

Aunque parece no gozar de protagonismo, a la vicepresidente se le ha visto en escenarios claves para los intereses del Gobierno como en la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo en el Congreso el pasado jueves, a donde arribó en representación de Petro, quien estaba en Europa.

Pero más allá de eso, la tienen con tareas protocolarias. La número uno es garantizar la coordinación interinstitucional e intersectorial para la igualdad, también tiene la responsabilidad de implementar el capítulo étnico del Acuerdo de Paz.

En ese catálogo, además, están la coordinación para política pública de cuidado, para la población con discapacidad y la comunidad LGBTIQ+. Mejor dicho: el rol que le dieron a la vicepresidenta es de ser articuladora de las tareas del sector social del Gobierno en pro de la igualdad.

Para ello no tiene un presupuesto directo, sino que su despacho pertenece al sector administrativo de la presidencia, o sea el Dapre, y toda su planta de operación, sede y equipos de trabajo son asignados por esa dependencia. Cuando se mira en detalle el Presupuesto General de la Nación, no hay un rubro dedicado a su oficina y depende de los trámites pendientes que tenga una billetera líquida para el Ministerio de la Igualdad.

Es más, parte de sus labores deben funcionar con la financiación de la cooperación internacional, lo que la ha tenido en reuniones con diplomáticos para buscar recursos.

Ahí, justamente, está un punto que le destacan de su gestión. “El nombre de Francia en el exterior ya pesa hoy. Ha logrado dejar un buen nombre de Colombia en el mundo y esa es una tarea que vale la pena mirar. Ha logrado conseguir aportes de países, sobre todo para la inversión social y el gasto público social en educación”, resalta la representante a la Cámara Luz María Múnera.

¿Y los resultados de Francia?

En el último mes la vicepresidenta instaló una mesa interinstitucional en el Chocó que tiene como objetivos buscar la reparación colectiva, soluciones duraderas y garantías de no repetición para las comunidades y pueblos; estuvo en Santander de Quilichao declarándolo como el primer territorio libre de sospecha de minas antipersonal, entregó ayudas humanitarias en Cauca y el Chocó, y lanzó los pormenores de gira por África para la que zarpará este 10 de mayo (ver Qué sigue).

Fuentes de la Vicepresidencia le dijeron a este diario que los resultados de la gestión no se ven rápido por dos motivos. El primero, porque implica una coordinación con muchos sectores que todavía se está finiquitando; el segundo, porque las tareas que le designó el mandatario son de interlocución y los resultados terminan siendo anunciados por otras entidades.

Los funcionarios conocen que esas labores casi que de diplomacia interna que le entregó Petro a Francia pueden jugar en contra de ella y esperan que los resultados sean más evidentes en un mes, o menos, cuando se publiquen los tres decretos presidenciales que van a finiquitar la constitución de la cartera.

La misma vicepresidenta reconoció que “todavía no hemos logrado mucho, pero hemos tenido avances”. Esa frase la pronunció en una entrevista con el medio alternativo Cofradia para el Cambio que dio hace dos semanas, su más reciente conversación con un medio de comunicación.

En esa charla también dijo que “la oposición no tiene argumentos sólidos para enfrentar políticamente al Gobierno” y que los medios tradicionales están generando una percepción en la sociedad de ella “que no es”, como que se ha vuelto vanidosa, que no es humilde desde que llegó al poder o que tiene una casa en Miami. Todo eso lo desmiente.

Pero desde la oposición ven con preocupación que su manera de comunicar esté repitiendo el patrón de otros funcionarios que se quedaron modo campaña. “Esa es una constante del Gobierno Petro, ya que no solo la vicepresidenta, el presidente y gran parte del gabinete parecen más activistas en campaña que Gobierno. Han dado muestras de una enorme soberbia, desconocimiento de lo público e irrespeto a la institucionalidad”, asevera la senadora Paola Holguín.

La vicepresidenta tiene dos prueba de fuego: poner a marchar el Ministerio de la Igualdad y su viaje a África de este 10 de mayo.

“De malas” el Ministerio

Quedan 58 días para que venza el plazo de las facultades extraordinarias que tiene el presidente para hacer todo tipo de movidas institucionales y poner a andar esa cartera, pero las cartas necesarias para que ese Ministerio sea más que una norma promulgada no se han jugado.

Ese lapso se lo dio la Ley 2281 de 2023 que sancionó el 4 de enero y que dio la orden a un grupo de entidades del Estado para hacer el estudio técnico de la cartera. La versión final de ese documento no ha llegado a Función Pública, que es la entidad que da el aval técnico que luego debe analizar el Ministerio de Hacienda para certificar la viabilidad presupuestal, a donde tampoco ha aterrizado el informe para su firma.

En el Dapre indican que esa consulta no es de su competencia, en el Ministerio del Interior no respondieron la pregunta de EL COLOMBIANO sobre ese proceso y en la oficina de prensa de la Vicepresidencia contestaron con un documento con las bases misionales de la dependencia que no da detalles sobre en qué punto va el trámite.

Hay un cruce de versiones entre las entidades del Estado porque en Función Pública le respondieron a este diario que el Dapre está organizando un documento de justificación del Ministerio “para poder armonizar las funciones del mismo de la mejor manera, y sea un ejercicio de diseño institucional que pueda conformar una estructura organizacional y una planta de personal del Ministerio de Igualdad y Equidad, lo más pertinente posible”. En contraste, otras fuentes de la Vicepresidencia comentaron que ese proceso avanza.

En todo caso, sin el visto bueno de Función Pública y Hacienda, la cartera de Francia no puede arrancar. El problema no termina ahí porque la vicepresidenta necesita más que los “aprobados” de las entidades, ya que la viabilidad económica depende del proyecto de ley de adición presupuestal que sigue en trámite en el Congreso, estancado porque el Gobierno está perdiendo las mayorías legislativas. Ese apenas entrará en la agenda esta semana.

La gasolina para el motor del Ministerio apenas encontró una ruta para llegar hasta la cartera con el de artículo del Plan Nacional de Desarrollo (PND) que creó el Fondo para la Superación de Brechas de Desigualdad Poblacional e Inequidad Territorial.

Ese, el 352, estuvo a punto de caerse en el debate del Congreso porque la oposición estaba tumbando los micos de los nuevos fondos que pretendía crear Petro y se salvó en conciliación. Ahí estará la plata del despacho de Francia.

Hay un punto más sobre el que el Gobierno no da razón: ¿dónde está el predio de la Sociedad de Activos Especiales en el que se instalarán las oficinas de la cartera? Esa entidad que dirige Daniel Rojas aún no ha presentado una propuesta de infraestructura para instalar el centro de mando de la funcionaria.

Esta semana Francia Márquez despegará rumbo a África para una visita a Sudáfrica, Kenia y Etiopía que tiene como objetivo estrechar los lazos de Colombia con la Unión Africana. En las cuestiones diplomáticas el dinero mueve relaciones y de los nuevos negocios que lleguen al país tras su visita dependerá la nota del próximo examen de su gestión. El actual, por ahora, queda en puntos suspensivos.

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