Transitar por las calles de la zona central de Piedecuesta, sigue siendo un estrés para los residentes de barrios aledaños, que a diario deben tratar de pasar de un lado a otro, entre casi “laberintos de gente” vendiendo de todo.
No es que estén en contra del trabajo, sino que la situación se ha salido de control, pese a que la Administración Municipal actual, desde que empezó su periodo, ha hecho de todo para controlarlo, incluso, retirarlos de sus lugares habituales de trabajo.
“El tema ahí es que es demasiada la gente que se ubica en el espacio público, sobretodo en los andenes de los alrededores del parque y por las entradas a la Plaza Central, es terrible, no hay manera”, señaló un líder comunal de la zona, que prefirió no revelar su identidad.
Pero las autoridades siguen al pie del cañón atendiendo estos requerimientos y haciendo controles constantes.
De acuerdo con lo que el secretario del Interior, Jairo Correa, declaró a Q’hubo, todos los miércoles y jueves de la mano de la Policía, se adelantan los operativos.
“La recuperación se está haciendo dos veces a la semana con la presencia de Migración Colombia, la Fiscalía, la Dian, el Ejérctio y la Policía, queremos aumentar la intensidad cuando tengamos un cronograma sobre los migrantes y los vendedores apostados alrededor de la Plaza de acuerdo al censo que se tiene.
“Los demás son vendedores ambulantes que no pueden permanecer estacionarios porque los que están de estacionarios llevan ahí varios años”, indicó el funcionario.
Sin embargo, el gran problema es que sacan a quienes invaden y no tienen permiso, pero estas personas siempre regresan.
“Ellos no respetan las asignaciones que se les dieron… Vamos a hacer una reunión para socializar un proyecto de reubicación, esto se hará con una psicóloga para que ellos tengan claro los lugares donde sí pueden estar”, finalizó Correa.
