En el Municipio Garrotero hay un artista plástico capaz de combinar la magia con la naturaleza, para presentar ante el espectador arbustos, plantas, semillas y todo aquello que coexiste con el ser humano, pero que no es observado minuciosamente por él.
Se trata de Fitto Alvarado. Un hombre de 28 años. Nació en Bucaramanga pero toda su vida se ha desarrollado en Piedecuesta. Es más, aclara que se siente un garrotero más y que su arte está “conectado con el patrimonio del municipio”.
Este melquiades, o mago, no convierte todo en oro, pero sabe sacarle ‘la chispa’ a todo el material que el universo, y en este caso el suelo de Piedecuesta le provea.
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Es así como ha logrado encontrar en la fibra del plátano un material maleable capaz de convertirse en todo lo que se imagine: bolsos, sombreros, individuales, billeteras manillas e incluso manillas.
En colaboración con la Alcaldía de Piedecuesta, Alvarado ha podido exhibir sus artesanías, en el centro comercial Delacuesta, en el balcón de los artersanos.
Plátano, la materia prima
Este artesano cuenta que de una clase, dentro del proyecto Sena Rural, aprendió a sacar del plátano la fibra necesaria capaz incluso de convertirse en papel pergamino.
“El tallo del plátano es como una cebolla, cada una de esas capas es lo que denominamos calcetas que nos sirven como tejido”, contó el artesano.
Además, aclaró que está aprendiendo con el material porque dependiendo del tipo de consistencia hay diversidad en su consistencia y en su color.
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“El guineo da un color similar al negro, un cenaguero alcanza a mostrar desde un beige hasta un morado”.
Este artista también ha emprendido un proyecto de recolección de 166 plantas de Piedecuesta, que posteriormente guardó en frascos y expuso al público.
De esta puesta en escena aprendió su valor medicinal y ahora también realiza “pócimas curativas”, dice.
