Vivir y dedicarse al arte sí es posible, pero se necesita de mucha disciplina. Una prueba de ello es la persistencia de Incubaxion Teatro, una agrupación piedecuestana que se ha mantenido vigente durante 24 años, aportando al arte y a la escena cultural de su municipio y también del área metropolitana de Bucaramanga.
Este circo itinerante, que se creó justamente en agosto de 1998, puede alegrar cualquier celebración. Han estado en bodas, festivales, en fiestas de 15 años, y por supuesto en la plaza pública.
Lo cierto es que esta familia de 14 miembros sabe apreciar el talento joven y darle un hogar a aquel que esté interesado en aprender del arte del espectáculo.
“Yo llegué hace 7 años a la agrupación y mi proceso ha sido muy bonito. Antes de pertenecer al grupo nunca había visto personas montadas en zancos, bailando o haciendo acrobacias”, contó Juliana Conde, miembro del colectivo.
Lo cierto es que este ‘circo para la gente’ es en sí mismo una escuela. El gusto por hacer felices a otros con su show, es lo que atrae a cada miembro del grupo.
“Un compañero fue el que me trajo, yo quería aprender, yo tenía 10 años, los vi en mi colegio y me di cuenta que quería entrar al grupo”, contó William David Rojas, miembro de Incubaxion.
Hacer parte de este grupo es adquirir destrezas mágicas: manipular el fuego, caminar en zancos, retar la gravedad, y por supuesto, robarse la atención del público.
En esta última son más que expertos, pero eso sí, todo tiene un proceso meticuloso y disciplinado.
¿Cómo preparan el show?
Lo primordial es tener un buen ensayo. Rojas señala que el estiramiento y el calentamiento son las etapas imprescindibles para salir al show.
Sin embargo, la preparación física no es lo único. También está el proceso de un excelente maquillaje para impactar al espectador.
“Lo que hacemos quizá se pueda ver fácil, pero no lo es, requiere de mucha disciplina, de aguantar golpes y también de fortalecer el cuerpo”, agregó Juan José Peña, quien también hace parte del grupo.
Por otro lado lo más impactante de esta escena circense son sus trajes y accesorios, que son diseñados meticulosamente. “Lo primero es pensar en qué traje necesitamos, luego diseñamos el vestuario, y ahí pasamos con nuestra confeccionista”, dijo Quintero.