Más de cinco familias del barrio La Paz viven con ‘meteoritos’ que amenazan con caer al frente de sus casas.
En la calle 203 con diagonal 20, se cumplen dos años desde que las inmensas rocas de medio metro de altura se desprendieron con dirección a los hogares.
Desesperados, los vecinos afectados han denunciado la falta de apoyo significativo por parte de las autoridades gubernamentales, quienes hasta ahora han proporcionado únicamente láminas de plástico negro para intentar contener las rocas de gran tamaño. Jairo Burgos, residente de la calle 203 durante más de dos décadas, afirmó que: “aquí vienen toman la foto y nunca dan mayor información sobre el avance”.
La comunidad se mantiene en la incertidumbre respecto al progreso real y las medidas concretas que se tomarán para salvaguardar sus hogares.
Y esta situación se intensificó cuando Marco Silva López, jefe de la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres de Floridablanca, dio a conocer que “no hay presupuesto para realizar obras de mitigación en el municipio”.
Consciente de la complicada situación financiera de la ‘ciudad dulce de Colombia’, Ricardo Rave Rubiales, presidente de la junta de acción comunal del barrio, estableció comunicación con el Gobierno Nacional en septiembre de 2023. Pero, el caso se mudó de las oficinas de Gestión de Riesgo en Bogotá a la Secretaría de Infraestructura de Floridablanca y ‘murió’ el tema por las elecciones municipales.
En 2024, Rave insistió con la solicitud, esta vez con Vicepresidencia y la fría respuesta fue: “la solicitud es con el municipio”. El líder expresó a Q’hubo que “no entiendo cómo una obra de cuatro mil millones de pesos debe ser responsabilidad sólo del municipio y más cuando es bien sabido que no hay un solo peso”.
Durante este año, la calle 203 ha sufrido múltiples altercados, como el choque de un auto el pasado 17 de abril. Hecho del cual nadie respondió, por eso la insistencia de la comunidad porque se visibilice el riesgo en el que viven.
Falta un estudio de suelos
Además de la preocupación por los deslizamientos, la comunidad también está inquieta por la falta de avance en el proceso de estudios de suelos, un requisito impuesto por la Oficina de Gestión del Riesgo para la construcción de los tan necesarios muros de contención.
La gravedad de la situación se hace evidente al considerar que más de 150 metros lineales se encuentran en peligro inminente de socavamiento, poniendo en riesgo no solo la integridad de las viviendas sino también la vida de diversos niños que circulan por el barrio, debido a que a escasos metros se ubica el Instituto empresarial Gabriela Mistral Sede B.
FOTOGRAFÍA Y REDACCIÓN: FELIPE JAIMES LAGOS.
