Yolymar Carolina Paredes Graterol ‘se fue’ sin cumplir sus sueños. Quería viajar, terminar su carrera de Ingeniería de Sistemas y ayudar a su familia, pero la muerte se le atravesó el viernes en la mañana precisamente cuando se dirigía a su trabajo, en el Centro de Bucaramanga.
Venía a bordo de una motocicleta con su novio cuando una buseta los embistió de manera aparatosa al igual que a otros siete vehículos, que se movilizaban por el sector La Curva Molinos de Zulia en el norte de la ciudad, el viernes en la mañana.
Ella quedó debajo de la buseta con múltiples fracturas y traumas. Desde ese momento comenzó su ‘carrera contra la muerte’. Fue traslada de urgencia hasta el Hospital Universitario de Santander, donde falleció horas después.
Yolymar fue la única víctima fatal de este trágico hecho. Tenía 26 años y se caracterizaba por ser una mujer alegre, trabajadora y echada pa’lante. “A ella le gustaba mucho trabajar y compartir con su familia y sus amigos. Era lo más grande de este mundo y así la voy a recordar siempre”, manifestó Mary Graterol, su afligida madre.
Precisamente el día del accidente, su novio la recogió y se disponía a llevarla para su trabajo: una tienda de remate, ubicado en el Centro de la ciudad.
Muy temprano le había manifestado a su madre que no tenía ganas de ir trabajar, pues se sentía cansada porque el día anterior realizó inventario del almacén hasta medianoche.
“Me dijo que no le provocaba ir, pero después dijo primero lo primero. Le di la bendición y se fue”, recordó su progenitora con su voz entrecortada.
Yolymar era oriunda del Estado Trujillo (Venezuela). Llegó a Colombia hace seis años en busca de un mejor futuro para ella y su familia. Cursaba último semestre de Ingeniería de Sistemas en el vecino país cuando decidió viajar, por lo que paralizó sus estudios pero anhelaba retomarlos muy pronto.
Aunque no se han determinado las causas del siniestro se mantiene la hipótesis que la buseta presentó una falla mecánica.
