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¡El legado de ‘Tongorito’ está vivo en Bucaramanga!

En el Parque Santander, los chistes y las estrafalarias ‘pintas’ de Tongorito hicieron reír a los niños bumangueses como si fuera la primera vez. 

Aunque, ‘el padre de los payasos santandereanos’, Pedro Alberto Zambrano dejó el mundo terrenal hace ya 2 años, su familia cree firmemente que la risa no se debe ir con él. 

La esposa e hijos de Zambrano se resisten a que la comedia de toda una generación quede en el olvido.

 Es por eso que a punta de maquillaje, ‘zapatones’, bromas y canciones, la familia ‘tongorina’ ha decidido llevar a las calles lo mejor de su repertorio.

 Y aunque la bicicleta de casi tres metros o el inteligente burrito Agogo no estén presentes en las nuevas presentaciones al aire libre, el amor por su público sigue siendo el principal motivo para abrir el telón.

En el último mes Piojito, Tongorín y Pulgarcito han tenido que dejar el colorido atuendo de payaso a un lado para convertirse en organizadores y voceros de sus propios espectáculos al ver que ninguna entidad les dio ni la hora. 

Mauricio Zambrano, hijo del único payaso reconocido como patrimonio cultural de Santander, vestido de Pulgarcito y frente a su fiel público hizo un llamado contundente a toda la ciudad el pasado sábado: “queremos que la plazoleta del parque Santander sea conocida como la ‘Plazoleta Tongorito’. Nosotros ya la vemos así y falta que la administración municipal nos colabore con la gestión”.

Precisamente la gestión es lo que ha parecido un ‘mal chiste’ por parte del ente público, porque cuando se les prometió carpa y sonido para sus espectáculos, estos nunca llegaron y a los artistas les tocó improvisar.  

Por suerte, la familia Zambrano no se dejó ver ‘la cara de payaso’ y recibió la acuidad del cantante Pipe Cupido, fiel compañero de los ‘Tongorines’. 

Así pues, el pasado sábado no fue la última presentación de esta familia dedicada a brindarle risas a los niños durante décadas. Pero sí están contados los que pueden costear y mantener viva la tradición de hacer humor tal como lo hacía ‘El Tongorito Mayor’.

Lenin Mauricio, Milton y Mauricio Zambrano junto a su mamá, Lidia Mery Rodríguez, se resisten a guardar las pelucas o colgar las narices rojas, porque quedó demostrado que los niño aún se divierten con los chistes que alguna vez contó Tongorito por primera vez. 

Eso sí, la falta de apoyo logístico y financiero amenaza con  que la función ya no pueda continuar. 

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