Después de más de un mes de dolor y completa angustia finalmente los seres queridos de Wendy Julieth Villalba Fuentes, la joven que murió en extrañas circunstancias en Estados Unidos, podrán darle una cristiana sepultura en su natal Bucaramanga.
El pasado martes, 2 de marzo, el cuerpo de esta joven llegó a Bogotá proveniente en un vuelo desde Houston, Texas. Este miércoles, a partir de las 10:00 p.m., será velada en la Casa Nazarenos de Girón y posteriormente se adelantará el último adiós en La Esperanza Parque Memorial.
“Estamos a la espera que nos confirme si podemos sepultarla mañana o toca hoy mismo (…) Esto ya es un descanso para nosotros poder tenerla acá después de tanta incertidumbre, sin saber en dónde iba a quedar”, expresó Carlos Leyva, tía político de la fallecida a Vanguardia.
La familia agradeció a todas las personas de buen corazón que aportaron alguna ayuda en la recolección de fondos que se encontraban realizando, así como a los medios de comunicación por la difusión de la noticia.
“Gracias a la ayuda de todos, a las empresas, a los amigos, a la familia, a los medios de comunicación porque sin todos no hubiera sido posible. Hasta ahora la repatriación ha costado 32 millones de pesos, muchísima plata con la que no contamos”, agregó el tío.
Sobre las causas del fallecimiento los seres queridos informaron que aún siguen en investigación y esperan ayuda del Consulado Colombiano en Estados Unidos para esclarecer con exactitud los hechos.
Morir lejos de casa
Wendy Julieth salió desde hace cinco meses desde el barrio Portal del Llanito, en Girón, a labrarse una nueva vida llena de oportunidades en el país norteamericano, en donde empezó a trabajar en un restaurante.
El martes 27 de febrero, ella desapareció tras salir de su vivienda en Houston a buscar un nuevo empleo, porque se encontraba aburrida de su trabajo.
Posterior a esto una amiga suya, con quien había viajado, la encontró gravemente herida en un centro médico de esa ciudad. El 1 de marzo, la joven de 24 años falleció.
“Ella se fue muy ilusionada, con ganas de salir adelante, buscando ahorrar, estudiar. Viajó con una muchacha y un muchacho, amigos de ella de aquí”, reportó el ser querido.
Desde entonces familiares y amigos emprendieron una lucha para poder reunir los recursos de la repatriación del cuerpo.
Villalba Fuentes se había formado como tecnóloga en supervisión de obras civiles en la Universidad de Santander, Udes. Era soltera, no tenía hijos y le gustaba mucho las causas ambientales, así como la defensa de los animales.
