Los familiares de Ricardo Herrera Méndez, un mecánico de 55 años, recibieron la terrible noticia de que su ser querido fue hallado muerto en el sector de La Floresta, del municipio de Pelaya, en el Cesar.
Este hombre, reconocido en Bucaramanga por desempeñarse como mecánico con su carro taller, había desaparecido el pasado 31 de diciembre de 2023, mientras viajaba desde la capital santandereana hacia Santa Marta, Magdalena en su motocicleta Pulsar 135, de matrícula DVP-22A y color azul.
Este jueves, los habitantes de este municipio del Cesar lo encontraron en grave estado de descomposición y alertaron a las autoridades sobre la presencia de un cuerpo sin vida y a su costado, su motocicleta.
Geiny Herrera, la hermana menor, le contó a Vanguardia que, al parecer, su familiar murió producto de un accidente de tránsito y al caer a un sector lleno de matorrales, su cuerpo no había sido encontrado.
«Las autoridades se percataron que la placa estaba un poco levantada, por lo que no se sabe si alguien lo chocó por detrás y eso produjo el accidente. Estamos realmente tristes por la muerte de mi hermanito. Teníamos la esperanza de hallarlo con vida», contó su hermana.
La última información que tenían sobre Ricardo Herrera Méndez era que había hecho una parada en el municipio de Aguachica, al sur del Cesar. Al parecer su motocicleta habría sufrifo una avería considerable.
“La cadena de la moto se reventó, y él estaba en Aguachica buscando un taller porque no llevaba herramientas. A las 12:41 p.m. del 31 de diciembre, le dijo a un amigo por teléfono que lo estaban ‘taconeando’ para encontrar el taller. Aparentemente, al no hallar uno, él mismo reparó la moto en un restaurante, donde las cámaras de seguridad captaron el momento. Entró, se tomó una gaseosa, se lavó las manos y salió”, dijo Geiny Herrera.
Nació en Santa Marta pero vivió toda su vida en Bucaramanga
Sus familiares señalaron que Ricardo Herrera Méndez era más bumangués que de Santa Marta, la ciudad donde había nacido y en la que se encuentra gran parte de su familia.
En Bucaramanga lo recuerdan como aquel auténtico mecánico que realizaba sus arreglos en su carro, que tenía acondicionado como un taller.
“Él siempre estacionaba su Renault 6 en la carrera 13 con Quebradaseca, y solía trabajar allí hasta los domingos y festivos”, relató Geiny Herrera, su hermana menor.
Hasta el último momento su familia guardó la esperanza de que Ricardo Herrera Méndez estuviera vivo. «Al principio pensamos que se había pegado una parranda y aparecería en los primeros días de enero, pero no fue así. Hoy sufrimos con su partida», puntualizó su ser querido.
