“Ya el Señor te llamó a rendir tu juicio, mi negra hermosa, y nunca en la vida volveré a verte, pero te voy a llevar en mis recuerdos, todas las travesuras que hacíamos y el tiempo que logramos compartir juntas. Siempre vivirás en mi corazón”.
Ese es uno de los nostálgicos mensajes que dejan en las redes sociales para Angie Acevedo García, la mujer de 25 años, asesinada por sicarios el pasado 29 de octubre, en San Pablo, sur de Bolívar.
La Policía del Magdalena Medio informó que sigue investigando para esclarecer los móviles del crimen y dar con los responsables, pero hasta el momento no tienen sospechosos.
Sobre los móviles no hay suficientes datos. Tal parece que Angie no tenía amenazas ni problemas personales. A la joven la describen como trabajadora, alegre, inteligente y noble. Nació en Medellín y tenía varios años viviendo en San Pablo con su madre y una hermana, con quienes atendían una tienda de abarrotes.
Las autoridades buscan alguna relación entre las extorsiones que sufren los comerciantes en la zona y la muerte de Angie.
A su vez, no descartan un tema feminicidio ya que el hombre entró a la vivienda y la llamó por su nombre. La joven no tenía esposo ni hijos.
Cabe recordar que Angie fue baleada de muerte en la sala de una casa, en el barrio Villa Esperanza, mientras veía los resultados de las votaciones que se hicieron en el país ese día. Cinco impactos le hallaron en su espalda.
Los parientes y amigos de la mujer piden a las autoridades que el homicidio no quede en la impunidad.
