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Familiares traerán los restos a Bucaramanga de la joven que murió en los Estados Unidos

Una joven santandereana murió en un centro médico de los Estados Unidos luego de ser arrollada en una autopista de Baltimore por un conductor que se dio a la fuga

El ‘sueño americano’ para Adriana Yeslendy Suárez Saavedra se convirtió en una pesadilla para sus familiares en Santander luego de que la joven de 26 años falleciera en un hospital de los Estados Unidos. Ingresó al centro asistencial después que un conductor la atropellara y huyera del lugar mientras ella se movilizaba en una bicicleta.

Adriana era oriunda del municipio de Charta, egresada de la Escuela de Ingeniería de la UIS y apasionada por el fútbol.

Su hermana, Karol Suárez, relató que hace tres meses Adriana decidió irse al país norteamericano mediante el programa ‘Work And Travel’, un intercambio entre estudiantes.

“Era una chica muy alegre, era mi hermana mayor. La que siempre me aconsejaba Solo iba a estar cinco meses, le faltaban dos, y la idea de ella era conocer, aprender inglés y traer dinero a Colombia para comprar un apartamento y vivir conmigo. Allá también estaba su novio”, relató Karol.

Estaba radica en la ciudad de Baltimore en el estado de Maryland. Pero el 8 de julio cuando se dirigía a trabajar en una reconocida marca de hamburguesas, llegó la tragedia. Mientras se movilizaba en una bicicleta un vehículo la arrolló y su conductor se dio a la fuga.

Según medios estadounidenses, a las 5:30 de la mañana, la policía de Baltimore conoció el caso y la encontraron en medio de la carretera, en la autopista ‘Annapolis Road’. Bomberos la trasladaron hasta el Hospital Universitario de Maryland.

“Presentaba fracturas en el rostro, el cerebro estaba inflamado y tenía líquidos. No se sabe cuánto tiempo estuvo ahí tirada y no entiendo por qué el que la arrolló no la auxilió, estamos muy dolidos y esperamos que la justicia de Estados Unidos dé con el responsable”, pidió su hermana.

Hace una semana, el 19 de julio, Adriana falleció en el centro médico. Su hermana decidió viajar a Baltimore para junto a su cuñado reclamar el cuerpo y traerlo a Colombia.

“Estaba mejorando, movía los brazos y ya hablaba cortas palabras. Pero el golpe fue muy duro y se nos fue. Ella quería ser cremada, con la familia estamos pensado esta posibilidad porque era lo que ella quería y así traer sus restos a la ciudad”, indico Karol.

Por su parte la policía de Baltimore también expresó en medios norteamericanos que no hay muchas evidencias en la escena y que se buscan testigos para obtener una descripción del vehículo o del conductor.

En Charta, sus allegados, realizan homenajes.

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