Cerca de 22 horas completa la tensa situación que se vive en el centro de resocialización de menores de Piedecuesta, que es operado por la Fundación FEI, desde que sobre las 3:00 p.m. de ayer, se desató un motín.
Fredy Gómez, personero de Piedecuesta, señaló a Q’hubo que un grupo de jóvenes sigue en los tejados de este lugar, ubicado en la carrera 6 con calle 6 del municipio.
“Desafortunadamente no se ha logrado el control del lugar, los jóvenes siguen con las actividades de protesta. Afortunadamente, desde las 9:00 a.m., iniciamos con el diálogo que lidera el Bienestar Familiar, ICBF, quienes son los responsable del centro”, dijo el representante del Ministerio Público.
De los 191 jóvenes que se encontraban en este lugar con medidas privativas de la libertad, 40 ya fueron trasladados por el ICBF a otros centros de resocialización, los demás siguen en protesta.
Uno de los menores fue llevado a un centro médico tras resultar herido en una extremidad, así como también uno de los formadores del operador FEI sufrió heridas. Los demás jóvenes sólo resultaron con lesiones menores.
Durante la revuelta no se reportó ninguna fuga.
Los motivos
Toda esta alteración inició porque, según los jóvenes internos, han sufrido episodios de maltrato físico, mala alimentación y vulneración de sus derechos por parte de la Fundación FEI.
“Uno de los compromisos que estamos realizando es hacer el seguimiento a todas las denuncias que hay en contra del operador. Anteriormente, nosotros habíamos tenido conocimiento de dos casos de presunto maltrato de formadores a jóvenes, que fueron remitidos al ICBF y a los defensores de familia”, añadió el personero.
El Ministerio Público, durante el desarrollo de las actividades de protesta, ha conocido nuevas manifestaciones de agresiones físicas y verbales, a las cuales se les dará seguimiento.
Esta redacción conoció que para terminar la revuelta los menores de edad exigen que no se adelante ningún tipo de sanción tras las actuaciones realizadas en las últimas horas, también piden el cambio del operador, entre otras peticiones.
Astrid Cáceres, directora del ICBF, a través de sus redes sociales expresó que «el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente les debe oportunidad y cambio. Tenemos una deuda para que no lleguen y otra en escucharlos cuando llegan. Lo que pasa en Piedecuesta iniciará un diálogo con adolescentes y jóvenes en todo el país».
En la mesa de diálogo se cuenta con la participación de la Personería, Defensoría, Procuraduría, Alcaldía de Piedecuesta, Gobernación de Santander, Policía, la Fundación FEI, bajo el liderazgo del ICBF.
