Los vecinos del barrio El Llanito no dudaron en marcar a la línea 123 y reportar a la Policía que un pequeño de cuatro meses fue dejado solo sin la supervisión de sus padres en una de las viviendas, según las denuncias llevaba varios días llorando al parecer de hambre.
El reporte fue entregado a los uniformados de ese cuadrante: el patrullero Jordan Méndez y el subintendente Gabriel Arias quien en la motocicleta de la institución se acercaron hasta el lugar entre el barrio San Luis y la planta de Coca Cola.
Los residentes orientaron a los uniformados hasta el lugar donde provenían los lamentos.
Con las indicaciones Méndez y Arias llegaron hasta la vivienda ubicada en una calle peatonal cuyos accesos son por escaleras.
Lo primero que observaron los agentes fue que la puerta estaba abierta y adentro se escuchaban los llantos del pequeño.
“Preguntamos si alguien había en el interior de la casa, antes de ingresar, y nadie contestó. Decidimos hacerlo para verificar lo que estaba pasando”, señaló el patrullero Méndez.
La casa está en obra gris y en la sala hallaron al bebé de cuatro meses en el suelo. Seguía llorando de manera desconsolada.
Quienes estaban presentes en el barrio expresaron que la mamá se fue y lo dejó solo en el inmueble sin comida ni supervisión de un adulto.
“El niño estaba sucio y llorando. Fuimos a la tienda le compramos algo de comer y de inmediato se calmó. Había moscas en el lugar y decidimos llevarlo a un centro médico, en el tiempo que estuvimos en ese inmueble, como una media hora, nadie, ningún familiar apareció”.
Los uniformados decidieron trasladar al pequeño a la Comisaría de Familia donde fue valorado y se confirmó que presentaba deshidratación severa.
Se le realizaron otros chequeos médicos, limpieza en su frágil cuerpo y se dejó a disposición del Bienestar Familiar para el restablecimiento de sus derechos.
Los funcionarios policiales aseguraron que esta acción la realizaron buscando salvar la vida del pequeño.
“Esto es lo gratificante de ser Policía, es doloroso ver que un niño sufra por el abandono de los padres, que no piensa en sus cuidados, pero estamos ahí para la ciudadanía, para atender los casos que la comunidad denuncia, esperamos que mejoren las condiciones de vida del bebé”, señaló el agente Méndez.
Desde que la Policía dio a conocer el caso, los familiares no se habían presentado a preguntar por el estado del pequeño.
El comandante de la institución en Bucaramanga reconoció la labor de sus hombres y exaltó el compromiso por salvaguardar la vida del niño.
Por fortuna, ya está en manos de los médicos y de la Comisaría de Familia, el bebé está bien y ahora garantizaremos que tenga los cuidados necesarios para su crecimiento”, destacó el comandante.
“Estamos orgullosos de la labor de nuestros agentes. Con las autoridades competentes buscaremos a los padres que deben recibir un llamado de atención por este lamentable hecho.
