Fueron dos uniformados de la Policía Mebuc, el patrullero Jordan Méndez y el subintendente Gabriel Arias quienes llegaron hasta el sector del Llanito al sur de Bucaramanga, entre el barrio San Luis y la Planta de Coca Cola, atendiendo una llamada de la comunidad.
En una vivienda, abandonado sin la supervisión de un adulto, encontraron a un bebé de cuatro meses de vida que presentaba señales de desnutrición.
La mamá ni ningún otro familiar atendió el llamado de los agentes, por lo que decidieron ingresar, ya que la puerta del inmueble fue dejada abierta con el peligro que el pequeño pudiera salir a la calle.
“Era una calle peatonal, una casa en obra grís, el niño estaba sucio y llorando. Le compramos algo de comer y se calmó. Había moscas en el lugar y decidimos llevarlo a un centro médico”, señaló el patrullero Méndez.
En el Hospital Universitario de Santander fue valorado y se confirmó que su peso no era el ideal para su edad. El bebé fue dejado a disposición del Bienestar Familiar.
Hasta las primeras horas de la mañana de este martes ningún familiar se había acercado a la Policía para preguntar por él.