Los últimos segundos de Luis Alberto Jurado, un conductor de tractomula, fueron vitales para prevenir una tragedia más grande ayer en la vía Bucaramanga – Pamplona.
Este hombre, de 62 años y de Guachucal, Nariño, al sentir un malestar en su cuerpo, decidió rápidamente salir de la vía y frenar en la entrada al municipio de Tona, ubicado en el kilómetro 15 del corredor vial. Segundos más tarde falleció.
Minutos más tarde, otros conductores extrañados por la obstrucción que el mulero había provocado, alertaron a las autoridades, pues veían que a pesar de que se encontraba un hombre en el asiento del conductor, no reaccionaba de ninguna forma.
Tiempo después, uniformados de la seccional de Tránsito y Transporte arribaron hasta el lugar, y al verificar el estado del conductor, corroboraron que no tenía signos de violencia, pero estaba muerto, lo que indicaría de forma preliminar que se trataría de una muerte natural.
La hipótesis que se maneja es que su deceso sería a causa de un paro cardiorrespiratorio.
Varias horas de espera
Debido a la longitud de la mula, además de bloquear la entrada y salida de Tona, la vía de camino a Bucaramanga también tuvo un cierre temporal mientras el equipo del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía se desplazaba al sector, hacía la inspección y levantaba el cadáver del mulero.
Según Elkin Pérez Suárez, alcalde de Tona fueron cerca de cuatro horas lo que tardó la vía en volver a reactivarse, lo que generó un tráfico importante en ambas vías.
“Menos mal el conductor se alcanzó a apartar y frenó, si no se estrellaba con las casas que colindan en la vía. La mula iba cargada por completo, lo que era bastante peligroso”, explicó el alcalde de Tona.
Ningún allegado o familiar se acercó en el proceso judicial de las autoridades, por lo que se espera que después del análisis de Medicina Legal, algún familiar se acerque a reclamar el cuerpo del conductor.
