La política de enviar migrantes a la exclusiva isla de Martha’s Vineyard, En Estados Unidos, desató una polémica sobre el tratamiento que se le da actualmente al migrante al ingresar a territorio estadounidense; una polémica que a los ojos de los defensores de los derechos de los exiliados, solo se trata de un plan que raya hasta con la discriminación racial.
Todo empezó con la iniciativa del gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien autorizó el envío de dos aviones con unos 50 inmigrantes venezolanos y colombianos indocumentados a ese lugar, con el único fin de evitar la conglomeración de viajeros en ciertas ciudades de EE. UU.
“Florida puede confirmar que los dos aviones con inmigrantes ilegales que llegaron hoy a Martha’s Vineyard eran parte del programa de reubicación del estado para transportar inmigrantes ilegales a destinos santuario”, dijo la directora de comunicaciones del gobernador DeSantis, Taryn Fenske, en un comunicado.
Sin embargo, para otros ciudadanos, con este tipo de acciones lo que se pretende es que los habitantes de esas zonas exclusivas como la isla Martha’s Vineyard, donde el expresidente Barack Obama tiene una casa, vivan en cuerpo propio lo que es “tener vecinos no tan amigables”.
El rechazo de este tipo de prácticas llegó incluso desde la Casa Blanca, donde el presidente Joe Biden manifestó que están haciendo política con seres humanos a los que ven como simples accesorios.
“Lo que están haciendo simplemente está mal, no es estadounidense, es temerario. Tenemos un proceso en marcha para gestionar a los inmigrantes en la frontera”, expresó el presidente Biden.
Para el mandatario de los estadounidenses, la práctica de enviar migrantes de estados como Texas y Arizona en la frontera con México, a ciudades como Nueva York, Chicago y Washington, es deshumanizar una situación que afecta no solo a los que son movidos como peones, sino también a los residentes.
Entre tanto, el gobernador de Masachussets, Charlie Baker, informó que la llegada de los latinos a esta isla los tomó por sorpresa, pero aun así les brindaron la ayuda humanitaria como fueron frazadas y alimentos de emergencia, pero aclaró que no están preparados para una estadía larga.
“La isla no está equipada para proporcionar un alojamiento permanente y funcionarios estatales han puesto en marcha un plan para una respuesta humanitaria integral”, expresó en un comunicado la oficina del gobernador.
Por esta razón, los migrantes fueron enviados desde la isla Martha’s Vineyard a la Base Conjunta de Cape Cod. “Las familias no serán separadas”, enfatizó Baker.
Abrirán investigación
El traslado de los migrantes a otros territorios generó reacciones de algunos congresistas que solicitaron la apertura de una investigación a los gobernadores de los estados que han comenzado a implementar esta práctica.
Julian Cyr, senador estatal de Massachusetts, fue uno de los congresistas que exigieron adelantar las pesquisas, repudiar estos traslados y tomar acciones para frenar el masivo movimiento irregular.
“Se ajuste o no a la definición legal de la trata de personas, se ajusta a la definición moral de la trata de personas. Y creo que realmente debemos analizar eso. Espero que el Departamento de Justicia esté investigando este problema”, dijo Cyr a los medios de comunicación locales.
En defensa, el gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo en Twitter que envían a los migrantes “a su patio trasero para pedirle a la administración Biden que haga su trabajo y asegure la frontera”.
A su vez, Christina Pushaw, portavoz de la campaña de reelección de DeSantis, manifestó que Martha’s Vineyard debería estar encantada porque estos migrantes que llegan “aumentarán la diversidad de la ciudad, que es una virtud”.
Mientras ocurría el choque de posiciones, un nuevo bus con 75 inmigrantes llegó hasta la puerta de la casa de Kamala Harris, en Washington DC. Las imágenes los mostraban desorientados, con el sueño americano regado en las maletas del jardín de la vicepresidenta del país con más inmigrantes del mundo.