El autor del proyecto, representante de la Alianza Verde, Mauricio Toro, sostuvo que «con esta ley estamos garantizando que los colombianos tengan información honesta, sencilla y clara, para cuidar su salud, que les permita tomar decisiones sobre el consumo o no de productos con excesivos niveles de azúcar, sodio, grasas y edulcorantes, sin necesidad de prohibir absolutamente nada, solo exigimos información clara».
Destacó que este es “un triunfo y un logro de miles de ciudadanos, que, tras una intensa campaña, le reclamaron al Congreso legislar en favor de su derecho a la información y a la salud”. La protección a los consumidores se ha vuelto una tendencia a nivel mundial y cuenta con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud. En varios países latinoamericanos se la ha denominado a esta norma como leyes de etiquetado.
Con esta ley en práctica ahora los fabricantes de comestibles ultra procesados con exceso de sodio, grasas saturadas o azúcar, quedan obligados a colocar en la parte frontal del empaque un sello con información clara y sencilla, que advierta al consumidor que ese producto es alto en esos ingredientes.
El Ministerio de Salud asume por su parte la responsabilidad de definir qué es un ultra procesado basado en la evidencia científica de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud; la ley además da un plazo de un año para definir el etiquetado de productos ultra procesados mediante un sello frontal de advertencia, sencillo y claro, de alto impacto y de fácil identificación y comprensión para los consumidores.
También dispone que la Comisión de Regulación de Comunicaciones debe autorizar espacios institucionales en todos los canales de televisión abierta para promover hábitos saludables. El Invima controlará que la información sea verídica y que corresponda al contenido real de los productos.