La madrugada del pasado martes de 10 de abril ha sido la más dolorosa para la familia Cepeda Rodríguez, pues su hija, de 22 años de edad, fue encontrada por su compañero sentimental con una sábana atada a su cuello, junto a los elementos que utilizaba para dar clases de yoga.
Eso fue lo que dijo el hombre, que al parecer duplica la edad de la joven, a las autoridades la madrugada de este miércoles. Según relató: ingresó a la habitación de Valentina donde ella guardaba los elementos para clases de yoga. La encontró arrodillada con la sábana que utilizaba para hacer columpios atada a su cuello. La auxilió y llevó hasta la Clínica Portoazul, donde 20 horas después se confirmó su deceso.
También dijo que ella le había anunciado varias veces que se iba a matar y se tomaría unas pastillas para hacerlo.
Estas dos versiones no fueron aceptadas por los padres de la joven Valentina, quienes señalan al compañero sentimental de su hija de ser el responsable de su muerte.
Los amigos y familiares este jueves protagonizar una protesta a las afueras del Instituto de Medicina Legal, donde clamaron justicia, pues, aseguran que quieren hacer pasar este caso como un falso suicidio, cuando puede tratarse de un feminicidio.
En las dependencias del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses llegaron este jueves 11 de abril sus familiares y amigos quienes exigieron explicaciones a la pareja sentimental de la joven mujer que se encontraba con ella en su apartamento, para que diga qué fue lo que pasó, pues, cree que en realidad está intentando encubrir lo que en realidad habría sido un feminicidio.
“Queremos que se sepa la verdad, la verdad que nosotros creemos que en realidad pasó y que haya total claridad y transparencia de este caso”, dijo uno de los amigos que llegó hasta el sitio.
Otra de las amigas dijo que “Valentina jamás cometería un suicidio. Sabíamos que Valentinaa estaba en riesgo porque lo había pedido, había exigido que la ayudáramos; se había acercado a instancias del bienestar de sicología de la Universidad del Atlántico para pedir ayuda, por temas sicológicos”.
Se conoció que Valentina Cepeda Rodríguez llevaba conviviendo sólo tres meses con su pareja, quien le doblaba la edad. Los familiares aseguran que la joven se quería separar porque venía teniendo violentas discusiones, al punto que tres días antes de los hechos que la llevaron a la muerte había sido víctima de maltrato físico, incluso, le había manifestado a unos amigos que tenía miedo.
“El caso de Valentina no va a quedar impune; Valentina no va a ser solamente una cifra más, va a ser la imagen del cambio; Valentina murió, pero será impulso para que esto sea un gran movimiento, el impulso en contra de los feminicidios en la Costa”, dijo padre de la joven mujer en las afueras de Medicina Legal en Barranquilla.
Su madre la describió como una niña linda, sana, deportista, surfeaba. ¿Qué más quería? No entiendo por qué no valoró eso. ¿Por qué, por qué? Desgraciado. Él es un asesino, él asesinó a mi hija y la ahorcó. Ella no pudo defenderse. Y no era la primera vez porque yo tengo la conversación que un amigo de ella me mandó; sobre todo lo que él le hacía a ella, pero de esta, lamentablemente, no se salvó. No sé qué le hizo ese demonio, por eso necesito que me ayuden a difúndanlo”.
Lo cierto es que son confusos los hechos que rodean la muerte de la joven Valentina Cepeda Rodríguez, quien además de dar clases de yoga, era estudiante de la Universidad de Atlántico. Ella fue encontrada moribunda en su habitación del apartamento ubicado en la carrera 26 con calle 3A, de barrio Villa Campestre de Puerto Colombia.
Las autoridades esperan los resultados que arrojen los exámenes forenses de Medicina Legal para esclarecer la muerte de esta joven estudiante.