El infame caso se registró en el barrio Canteras de Ciudad Bolívar y el responsable fue dejado en libertad debido a un mal procedimiento en su captura.
La denuncia
Un desgarrador relato hizo la madre del niño a Q’HUBO, y aunque sabe que después de lo que vivió su hijo nada volverá a ser como antes, espera que la justicia opere como debe ser y que el victimario regrese a prisión para que nunca más vuelva a lastimar o destrozar la vida de otro ser.
“Eso fue el domingo entre las 5:30 o 6 de la tarde, el niño estaba montando cicla frente a la casa y le pidió a mi esposo unas papas. Mi esposo fue a comprarlas y se quedó hablando con un vecino de nosotros. En ese momento, mi hijo guardó la cicla y llegó A. González García, le dijo que se subiera al carro que él ya sabía, porque el sujeto ya había abusado anteriormente de él (mes de octubre). Este hombre es el
mejor amigo de mi esposo, se conocen desde los 14 años y mi esposo y él tienen 43 años, es cuñado de mi esposo; es el papá de los hijos de la hermana de él”, contó la denunciante.
El señalado victimario le ofreció al infante una hamburguesa, y fue entonces cuando el niño aceptó irse con él. Al no ver al niño, los padres angustiados empezaron a buscarlo con ayuda de los vecinos, y tras una hora de desespero, un vecino les dijo que había visto cuando el hombre que ellos conocían se lo había llevado.
“Yo lo llamé y no me contestaba, hasta que finalmente me respondió y le hice el reclamo, le dije que por qué se lo había llevado, que me lo trajera , él me decía que se lo había llevado a comer hamburguesa. Cuando él llegó, se lo entregó a mi esposo y ambos discutieron. El niño entró a la casa y le pregunté que si él le había hecho algo, y finalmente me dijo sí, que no le fuera a contar al papá. Entonces lo senté y él empezó a temblar, yo lo abracé y le dije que no tuviera miedo y él empezó a contarme todo, que lo subió a la parte de atrás, le bajó los pantalones y lo sentó encima de él, yo no dejé que me dijera más. Mi otra niña llamó a la línea 123, yo le pregunté a mi hija que mirara si seguía ahí el tipo, y ella me dijo que sí, entonces yo perdí el control, tomé una botella y me abalancé sobre él. El tipo empezó a decir que me callara y lo negó”, afirmó la denunciante.
En el momento en que el sujeto se sintió acosado, se subió al carro y emprendió la huida. A eso de las 7 de la noche, gracias a que la comunidad se unió, lograron ubicarlo y tras el aviso a las autoridades, lo capturaron; pero horas después quedó libre.
“En el momento que llegó la Policía a la casa, llamó el tipo y nos dijo que nos quedáramos callados, que sí es lo que estábamos pensando, pero que no nos pusiéramos a contarle a la gente porque eso es muy delicado. Me llevaron en una patrulla al hospital e iniciaron el proceso con mi hijo. Luego, nos enteramos que el día lunes en la noche lo dejaron en libertad por un mal proceso de captura y la fiscal le dio la libertad por una audiencia virtual. Ella ya salió a vacaciones el martes y ahora me dicen que todos los fiscales y juzgados entraron a vacaciones y quién sabe para dónde agarró el abusador. Una vez salió, dijo que si no conocían al Diablo, que lo iban a conocer”, añadió en su testimonio la mamá del niño.
Por lo pronto, la familia tuvo que cambiarse de casa, pues estaban viviendo en el inmueble de la mamá del victimario y temen por la integridad de todos los miembros de su familia. También han hecho plantones pidiendo que la justicia actúe con prontitud, pero hasta el momento el señalado agresor goza de su libertad.
“Este tipo tiene antecedentes por homicidio y hurto, pagó cárcel y llevaba como 10 años en libertad. Dañó a mi hijo, quien está mal emocionalmente y nosotros también. Pedimos que lo capturen para que no nos haga daño y tampoco a otros niños”, puntualizó la mamá de la víctima.
¿Cómo detectar un abuso sexual en un niño?
Los psicólogos señalan que, desde lo físico, se deben tener presentes los cambios en el cuerpo de las víctimas, como secreciones, sangrado en sus genitales, algún tipo de laceración y tal vez cambios en sus rutinas para ir al baño, entre otros.
En el plano emocional, se pueden detectar cambios en su estado de ánimo, presencia de pesadillas, silencios prolongados, llanto, tristeza, melancolía, sensación de miedo, etc.
Es fundamental crear un espacio de confianza y comunicación para que los menores de edad se sientan cómodos a la hora de pedir ayuda y contar lo que les está sucediendo, y ya una vez se tenga conocimiento, acudir a las autoridades para denunciar y así también se les brindará la atención integral que necesitan, puesto que las víctimas de abuso sexual pueden tener graves secuelas de por vida.
