De acuerdo con los reportes obtenidos hasta este domingo en la mañana por el Dagran (organismo de atención de emergencias departamental), el fenómeno natural no dejó víctimas, pero obligó a las familias ocupantes de los inmuebles a alojarse en casas vecinas.
Según los primeros informes obtenidos desde la localidad, las familias lograron evacuar los inmuebles antes de que sobre estos cayera el alud de tierra.
Las imágenes del momento en el que se produjo el deslizamiento incluso fueron grabadas en un video por vecinos del sector, que observaron con angustia cómo la tierra se iba sobre las viviendas.
El comandante del cuerpo de Bomberos de Liborina, sargento Víctor Flores, relató a Colprensa que en total fueron siete las viviendas sepultadas, pero que ya se hizo el barrido que confirma que no hubo ninguna afectación a las personas.
“En el momento estamos tratando de rescatar lo que más se pueda de los bienes materiales de las familias, pero el parte en cuanto a las personas es de tranquilidad”, aclaró Flores.
Indicó que aunque el deslizamiento fue de gran proporción ocurrió en un momento en el que no llovía fuerte.
“Eran como las seis de la tarde del sábado, había llovido sí pero de manera muy leve, aunque en los últimos días el invierno sí había sido fuerte”, añadió.
La zona del derrumbe está alejada del casco urbano y para llegar al sitio como tal es necesario caminar más de cuarenta minutos, dijo.
Jaime Monsalve, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Barrio Nuevo, narró que todo inició en un monte en la zona alta de las casas, desde donde empezaron a caer piedras de poco tamaño, lo que sirvió como alarma, “porque Dios sabe cómo maneja la naturaleza y nos mostró esa parte” anunciando lo que se venía.
“Yo estaba en mi casa en la parte hacia al lado y cuando vi que se iba a venir (la avalancha) les grité a los de la parte de abajo, a unos 300 metros abajo, que se retiraran que se estaba yendo eso hacia sus casas y cuando ya ellos miraron que los muros de la placa colapsaron, porque fue lo primero que cayó con la vibración del barranco, empezaron a correr hacia abajo y hacia el otro lado, en los límites con Sabanalarga”, narró el líder comunal.
Relató que cinco minutos después de que la gente pudiera huir se precipitó el alud más grande. “Ese ya se fue completo abajo sobre las siete casas, que desaparecieron completicas y ahí quedaron sepultadas, pero gracias a Dios ninguna persona desapareció ni salió herida, aunque hubo desmayados, porque no todo el mundo reacciona igual”.
Afirmó que los afectados sí lo perdieron todo, “hubo gente que salió a pie limpio, sin camisas y perdieron todo lo que habían conseguido con años de lucha”.
Confirmó, además, que los ocupantes de otras casas vecinas también salieron del sector mientras pasa la emergencia, ya que no hay seguridad plena para permanecer allí, aunque precisó que en la zona del deslizamiento no se realizaba ningún tipo de trabajo ni había escapes o fugas de agua.
El Dagran (Departamento Administrativo para la Gestión del Riesgo de Desastres) informó que ya está al frente de la situación con disposición de apoyar a Liborina en esta situación ocasionada por el invierno que ha venido azotando a distintas regiones del departamento en los últimos meses, con un saldo de ocho personas muertas en 292 eventos y 17 municipios afectados con calamidad pública.