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Encontró un cadáver en la habitación de su hijo

Una madre que se disponía a realizar labores de aseo en la habitación de su hijo se llevó el susto de su vida al encontrarse con un macabro escenario: una mujer descuartizada en varias bolsas.

Fin de semana de terror para una familia residente del vecino municipio de Facatativá. En la mañana del pasado sábado, cerca del mediodía, una mujer que se disponía a realizar labores de aseo en la habitación de su hijo se llevó el susto de su vida al encontrarse con un macabro escenario, que nunca imaginó posible, y mucho menos pensó que pasaría en su propia casa.

Cuando la mujer ingresó al cuarto, de inmediato sintió un olor tan fuerte como desagradable que la dejó expectante. Era claro que el olor provenía de una esquina de la habitación.

Cuando se acercó para verificar de qué se trataba, deseó nunca haber encontrado nada: en varias bolsas plásticas se encontraba el cuerpo sin vida de una mujer, cuyo estado de descomposición era bastante notorio. De inmediato, procedió a dar aviso a las autoridades.

El hijo de la mujer, quien dormía en aquella habitación, ese día salió a trabajar como si nada y ahora su paradero es una incógnita para todos.

Hedor lo delató…
El desarrollo de los hechos parece el guión de una película. La rutina del joven, en cuyo cuarto se realizó el hallazgo, empezaba todos los días en las primeras horas de la mañana. El hombre salía de su habitación, se bañaba, se arreglaba y desayunaba para irse a cumplir con su jornada laboral. Generalmente, cuando él salía, su madre se encargaba de las labores de limpieza en la vivienda ubicada por la carrera 5 con calle 23 este, en el barrio El Jardín.

Era una constante que no llamaba la atención en lo más mínimo, a no ser porque en los días previos al macabro hallazgo el sujeto consumía sus alimentos encerrado en su habitación.

El sábado pasado el hombre salió a trabajar, se despidió normal de su familia y aseguró que regresaría al anochecer. Nada de esto sucedió. Ese día en la mañana, a pocas horas de su salida, su madre ingresó a la habitación para pasarle una escoba. Esa decisión cambió su vida para siempre.

Una vez cruzó el marco de la puerta sintió un penetrante olor al que no le hallaba explicación. Tras una breve búsqueda halló lo impensable: en un rincón de la habitación había un sospechoso costal, de donde emanaba el fétido aroma. Cuando se acercó, al abrirlo notó que al interior habían varias bolsas negras.

En inmediaciones de esta calle, en el barrio El Jardín, está ubicada la vivienda donde se dio el impresionante hallazgo.
Cuando inspeccionó el contenido de las bolsas, la mujer no daba crédito a lo que sus ojos acababa de descubrir: envuelto en los plásticos reposaba el cadáver de una mujer que se encontraba en evidente estado de descomposición. De inmediato, la mujer les informó a las autoridades locales lo que acababa de descubrir en el seno de su hogar.

Cabe resaltar que en los días previos al hallazgo, el joven actuó de forma muy natural y tranquila. Salía a trabajar, a su regreso actuaba con total normalidad y al otro día repetía las mismas acciones que no denotaban ninguna acción sospechosa.

Una vez fue hallado el cadáver femenino, el hombre no regresó a la escena del crimen. Las autoridades locales están centrando sus esfuerzos en dar con el paradero de aquel sujeto para que dé las explicaciones correspondientes, a propósito del macabro suceso del cual es el principal sospechoso. La identidad de la víctima se desconoce.

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