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“Chicha El Gran Cacique” una tradición familiar que busca no perder sus raíces en Floridablanca

Una de las fábricas más tradicionales del producto es ‘Chicha El Gran Cacique’ creada por Metodio e Ilma hace más de 26 años en el barrio La Cumbre de Floridablanca.

Según cuenta la leyenda, la chicha es una bebida ancestral y en ese entonces, consumida por los indígenas para refrescarse y tener energía para los trabajos del campo.

La tradicional bebida se convirtió en un ícono que hoy, años después, es consumida por muchas personas en nuestro país.

En Santander es toda una tradición, por eso hay familias que aún mantienen ese gusto por hacerla.

Y una de ellas está ubicada en el barrio La Cumbre de Floridablanca. Allí, Metodio Báez e Ilma Ávila, quienes desde 1.996 tienen el placer de conquistar paladares con este ‘manjar’, son unos duchos en su fabricación.

Hace 26 años crearon la ‘Chicha El Gran Cacique’ con productos de fermentación derivados del maíz y otros frutos de la cosecha. Su nombre es gracias a Ilma, que vio en la cara de un indio, jefe de las tribus de indígenas, un respeto, ella así quería ver su producto.

“Aquí hacemos chicha de corozo, de maíz, masato, chontaduro con borojó, guarapo de frutas y para este mes sacamos la chicha de cebada y el masato de maíz”.

“Además, como complemento las mantecadas, almojábanas, bizcochuelos, mogollas y arepas integrales”, dice  Metodio, quien ha vivido toda la vida en este barrio tradicional y muy comercial.

Cuenta que comenzaron con la chicha de corozo. La idea salió una tarde que dieron a probar a varias personas del barrio y que a muchas les gustó, pero le preguntaban: ¿y la de maíz? Entonces fue cuando se dio a la tarea de buscarle el ‘toque secreto’ a esta bebida y con un año de experimentos, le dio el ideal para ponerla en su punto. Así nacieron sus dos primeros productos: corozo y maíz.

“Con esas dos comenzamos, luego involucramos el masato, un señor me pidió para un evento y lo hice, pero no me lo compró todo. El que quedó lo vendí a varias personas y sí que les gustó”.

“Fue entonces que comenzamos con mi esposa a darle vida a la fábrica y hoy, gracias a Dios, tenemos toda una fuente de ingresos, con todos los estándares de calidad para el consumo”, comenta esta pareja, que lleva 47 años de casada.

En las Ferias de Bucaramanga estarán en el Festival de Colonias. Allí esperan vender más de 700 litros de chicha y otras bebidas. Si desea conocer más de este producto puede llamar al: 321 4152957.

Metodio nació en Onzaga e Ilma en Mágala. Santandereanos de ‘pura cepa’, pero con gran corazón por la gente del barrio La Cumbre, que los impulsó a formar sus bebidas.

“Hemos crecido de a poco. Tenemos nuestra clientela, pero hacemos muchas exhibiciones en ferias. En Floridablanca los fines de semana vendemos en el parque y aquí en el barrio en un punto cerca a la iglesia”, comentan.

Así esta pareja de esposos busca no perder las tradiciones y la herencia cultural que han aprendido con el pasar de los años muchas familias y que gracias a su legado aún se disfruta.

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