El joven de 19 años y de nacionalidad venezolana, quien se ganaba la vida trabajando como ‘cotero’ en Centroabastos, fue atacado a tiros cuando se desplazaba en una motocicleta junto con una prima.
Luis se dirigía hacia su casa, en el barrio Galán de Bucaramanga, pero detuvieron su marcha a bala.
De todos los proyectiles percutidos contra el motorizado, uno fue certero, lo impactó en la cabeza.
La moto se descontroló y los tripulantes cayeron a la carretera.
Llena de horror, la mujer que iba como parrillera alcanzó a ver que los agresores llevaban puestos pasamontañas. Luego se alejaron de su vista, aceleraron el vehículo huyendo del lugar.
Se impresionó aún más al ver que Luis seguía con vida. Fue auxiliado y llevado a la Clínica de Girón pero debido a su crítico estado tuvo que ser remitido al Hospital Universitario de Santander, HUS.
Sin embargo, la letal herida le pasó ‘cuenta de cobro’ a Subero. A las 5:45 de la mañana los galenos avisaron a las autoridades su deceso.
Los investigadores del CTI de la Fiscalía acudieron a realizar el levantamiento del cuerpo y luego a realizar las indagaciones sobre el violento hecho.
Según pudo conocer esta redacción, la principal testigo del crimen identificó a los señalados asesinos cuando eran presentados en la URI de la Fiscalía para legalizar su captura por porte ilegal de armas de fuego.
La Policía Metropolitana de Bucaramanga confirmó que los señalados responsables del asesinato del ciudadano venezolano habían sido capturados.