En la vereda Pinchote, sus habitantes no se dejaron amedrentar de las lluvias, del talud húmedo y ni siquiera, de la falta de recursos para tener su propia vía en placa huella.
Desde 2016, estas 50 familias han puesto su granito de arena: dinero, tiempo, el cuerpo como mano de obra y la dedicación para no rendirse bajo la inclemente tempestad, que, a veces, acompaña sus trabajos.
Lo cierto es que durante estos seis años, estos pinchotanos de Piedecuesta han unido esfuerzos con bazares, con rifas relámpagos, con fondos comunitarios para reunir el dinero y así comprar el material.
Fabio Alonso Villamizar, quien ha liderado este proyecto, contó que la prioridad para ellos ha sido pavimentar esas pendientes que han amenazado el transporte de cultivos como la mora.
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“Hemos priorizado las zonas críticas, y ahorita estamos concentrados en tres tramos que serán de utilidad para la comunidad”, señaló.
El objetivo de la comunidad es que, en algún momento, la vía esté totalmente construida en placa huella, estos serían aproximadamente 4,5 kilómetros.
Sin embargo, los materiales últimamente se han encarecido, por lo que las labores se han enfocado en ciertos sitios.
A la fecha, son nueve tramos los que la comunidad ha pavimentado, bajo el sistema de placa huella. Algunos de 200 metros otros de 100. Lo cierto es que este trabajo ha unido a la comunidad de noche, de día, con linternas y hasta con lluvia encima.
Materiales pa’ construir
Si bien la mayor parte del material ha sido producto de la unión de los habitantes de la vereda. Uno de los tramos fue financiado por la Alcaldía. La mano de obra la puso la comunidad.
Estos ‘garroteros’ esperan que la Alcaldía contribuya, nuevamente, para sacar adelante ‘la cuesta’, que sigue generando algunos problemas de movilidad para los campesinos de este sitio.
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“Nuestro miedo es que se presente algún accidente, que se atasque un camión”
La mano derecha
El liderazgo veredal de la construcción lo han asumido un par de hombre quienes han buscado el progreso de la comunidad, porque para ellos es una necesidad urgente contar con la vía, para sacar de allí sus cultivos.
Sin embargo, quién ha sido la ‘cabeza’ de la manera de construir estas placa huella es Elkin Hernández Flórez, quien se califica como “un aficionado por la construcción”.
“Yo la verdad no soy maestro de construcción, soy un aficionado, he contribuido con las vigas de amarre, las canastillas, las parrillas, el armado, la madera, y que todo quede a nivel”, dice.
De hecho ha sido Hernández uno de los pobladores que se animó a dar una buena suma de dinero para continuar con este proyecto que ya cumple 6 años de unión y trabajo.