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Estudiantes rurales de Rionegro quieren construir su biblioteca comunitaria

Así que si usted quiere donar algún libro para estos niños, puede acercarse a la librería La Cingla, ubicada en la carrera 29 #20-09

Con una carta, que reflejaba sus mayores deseos, los estudiantes de décimo y undécimo grado de la Institución Educativa Galápagos, ubicada en Rionegro, le solicitaron a la Junta de Acción Comunal de la vereda, un rinconcito para tener su propia biblioteca.

El sueño por un espacio para la lectura, y un sitio de juntanza para pequeños y grandes, nació en un salón de clase. En los máximos grados de bachillerato se gestó el proyecto de crear una biblioteca comunitaria dentro del trabajo social que se realiza antes de la graduación.

La promotora principal de este proyecto fue la profesora de inglés, Gloria Mayerly Niño, quien les mostró esta alternativa.

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Sin embargo, ella cuenta que ellos cada vez más se comprometen con este proyecto. Incluso delegando roles como lecturas en voz alta y demás estrategias de promoción de lectura.

El sueño de leer

La maestra de estos jóvenes cuenta que si bien se hacen controles de lectura, no existe un hábito de leer libremente, tirados en el suelo, agarrando un libro deseado, con toda propiedad.

“Cuando uno le da el libro a un estudiante siempre hay un tabú, respecto al cuidado, al ‘ojo lo daña’, y un estudiante debe apropiarse de ese libro y disfrutarlo”, dice.

Es así como esta profesora busca, de la mano de sus alumnos, crear un espacio propio. “La mayoría de estudiantes no han entrado a una biblioteca, no conocen cómo es”, argumenta Niño.

El espacio

Ante la insistencia para encontrar un sitio digno para su biblioteca, la Junta de Acción Comunal les cedió el espacio donde funcionaba un centro de salud, que quedó finalmente en el olvido. Por lo que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar lo usa frecuentemente para entrega de mercados.

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“Las personas de la junta nos cedieron el lugar, un cuarto para guardar nuestros libros, y para que los estudiantes también puedan liderar la iniciativa”, relató la docente.

‘Donatón’

A esta iniciativa de juntar libros para la biblioteca se unió la librería La Cingla, ubicada en el barrio San Alonso, de Bucaramanga.

Este sitio se ha ofrecido como punto de acopio para todo aquel que quiera regalar algunos títulos importantes para los niños de este colegio, y también para el corregimiento de Galápagos.

En ese sentido, la profesora niño ha hecho una alianza con esta librería para poder acceder a las donaciones de las personas. “Pensamos abrir más puntos de acopio, pero por el momento mantenemos este”.

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Así que si usted quiere donar algún libro para estos niños, puede acercarse a esta empresa, ubicada en la carrera 29 #20-09

Lo que más necesitan estos niños son libros de literatura, que despierten el interés a los más pequeños, así que si tiene uno en su casa, no lo dude más, este es el momento para hacer una buena acción por estos estudiantes.

¿Cómo funcionará?

Este sitio se abrirá los sábados, los días que las personas compran carne y pueden aprovechar para dejar a sus hijos en la biblioteca. Accediendo, en primer lugar, a una lectura en voz alta.

Otra de las estrategias pensadas es implementar un sistema de préstamo, para que el niño pueda llevarse el libro a la casa.

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Uno de los sueños de esta maestra es poder amoblar el sitio con Puff, o sillones suaves para que los niños tengan un ambiente de tranquilidad para su lectura.

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