Un mes después del inicio de la pandemia, en 2020, uno de los primeros resultados que reportó la recién posesionada directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Lina María Arbeláez Arbélaez, fue la entrega de un millón 689 mil canastas nutricionales para familias vulnerables.
Desde ese momento, 1,7 millones de familias en los municipios del país recibieron mensualmente apoyo ante una de las necesidades que produjo el encierro: la alimentación para niños, niñas y adolescentes; pero no sería este el único reto a resolver.
Ayer, durante el evento “Experiencias de primera”, se dieron a conocer 26 de más de 700 proyectos educativos que se desarrollaron durante cuatro años y que fueron impulsados por más de 3.000 personas del ICBF y en los que se invirtieron $17,2 billones.
“De los cero a los cinco años se tienen mil conexiones neuronales por segundo, es el momento de la vida donde uno tiene que generar todos los esquemas para el desarrollo cognitivo, motor y socioemocional que le quedan sirviendo para el resto de la vida. Los niños y niñas son el relevo generacional nuestro. Si nosotros no ponemos todo nuestro norte para garantizar un servicio integral a los niños y que sea de calidad, no estamos haciendo nada como país”, aseguró ayer Lina Arbeláez en el evento que se desarrolla en la Gran Carpa Corferias Las Américas.
35 millones de canastas alimentarias fueron entregadas en pandemia.
Así fue como el ICBF pasó de atender a un millón 132 mil niños a un millón 516 mil niños que reciben atención integral, “después de la pandemia el reto es mayor porque estamos hablando de casi de 2,8 millones de niños y niñas que están en condición de vulnerabilidad. El reto de cobertura universal en la primera infancia está por definirse a través de motores que garanticen la financiación. Al año, el ICBF recibe $7,8 billones, de los cuales cerca de $5 billones se invierten en 12 criterios para la atención de la primera infancia”, agregó Lina Arbeláez.
La muestra pedagógica (que termina hoy) trajo ideas innovadoras en prevención de violencias, salud y nutrición, además de bienestar emocional, formación a familias y apropiación ambiental; “hay un reconocimiento a proyectos rurales del Guaviare, Caquetá, Chocó, Bogotá, Atlántico, Cundinamarca y otras en donde lo importante es reconocer que en la primera infancia es donde se genera el desarrollo clave para la transformación social y económica del país”.
“El trabajo con niños y niñas entre los 0 y 5 años es lo más importante para el desarrollo económico, social, político y ambiental del país”: Lina Arbeláez.
