Por: Milton Velosa
En 2020, Justo cuando el popular frailejón Ernesto Pérez completaba sus dos años de debut en la televisión, 19 familias de la Asociación Campesina Coexistiendo con el Cóndor de Cerrito, Santander, Acamco, unieron esfuerzos con la Fundación Parque Jaime Duque para proteger a los frailejones adultos y también vigilar el crecimiento de los más pequeños de su especie.
Con las semillas de los frailejones del páramo del Almorzadero, estos guardianes crearon una ‘guardería’ de alta montaña en la que siembran y protegen a estas plántulas para que, en un futuro, ayuden a cuidar el agua tal como lo hace el joven Ernesto, que en marzo pasado cumplió 100 años de su abnegada labor.
Una de las madrinas de los frailejones es Andrea Carolain Flórez, la coordinadora de educación Ambiental del proyecto Cóndor de la Fundación Parque Jaime Duque, quien manifestó que “tenemos dos viveros en el sector de Cruz de Piedra en el Cerrito donde nos encargamos de plantar y cuidar frailejones para ser sembrados en el mismo páramo”.
Flórez Ortiz explicó que “uno de los viveros se encuentra en un predio de don Ramiro, uno de los socios de Acamco y el otro en la reserva de propiedad del parque Jaime Duque que se creó con este mismo fin. En los dos casos, todos son responsables de mantener las plántulas vivas”.
Cuando los pequeños frailejones alcanzan la edad y fuerza suficientes para ser trasplantados se organizan jornadas de siembra en espacios cercanos a humedales, nacimientos de agua o espacios en los que se determina que la plántula tenga las condiciones suficientes para generar, almacenar y distribuir agua.
Luego de la etapa de guardería y siembra, arranca la tercera, y no menos importante, misión de aislar, con malla ovejera, el terreno en el que fueron sembradas con el fin evitar que animales se las coman y asegurar que estas alcancen la edad suficiente para favorecer el ciclo de producción del agua, en el que estas plantas son vitales.
Andrea Carolain agregó que “en este momento se está buscando aplicar indicadores para que las familias de la Asociación puedan registrar los avances de desarrollo de las plantas analizar si las ideas implementadas funcionan o no”.
Otra de quienes tomó la decisión de convertirse en amiga y protectora de los frailejones es la ingeniera Doris Torres, de la Asociación Campesina Coexistiendo con el Cóndor, quien expresó que “aunque no es nada fácil trabajar en ecosistema de páramo por las difíciles condiciones climáticas de frio y fuertes vientos, con este esfuerzo buscamos recuperar el páramo del Almorzadero”.
Torres indicó que “la idea es que cada una de las 19 familias que componemos la Asociación tengamos, al menos, una hectárea de restauración en la que sembremos frailejones y otras especies nativas de este ecosistema”.
Se estima que en el páramo del Almorzadero existen cerca de siete especies diferentes de frailejón.
Ernesto Pérez cuenta con aliados en Santander, que siembran plantas, que ayudan a cuidar el agua como lo hace él, que son verdaderos héroes, héroes de profesión.