Se ha preguntado alguna vez qué pasa con las toneladas de desechos orgánicos que quedan tras las cosechas de cacao y café en Santander.
La cacota, el mucílago, la placenta y la cascarilla de estos dos productos es un sobrante del proceso de extracción de los granos. Estos últimos son los que se aprovechan tras la producción.
En una cosecha convencional, los desechos se tiran pero al descomponerse generan plagas y contaminación ambiental.
Sin embargo, desde la Secretaría de Competitvidad y Productividad del Departamento, se planteó el proyecto Santander SiempreCircular en el que los sobrantes son aprovechados y se les da un uso que beneficia al medio ambiente.
Para el caso del cacao, la idea es que el sobrante de la producción se convierta en abono orgánico y para el café se proyecta convertir los desechos en alimento para ganado.
A la iniciativa se vincularon asociaciones de pequeños y medianos productores cafeteros, ganaderos, cacaoteros y grupos de mujeres y jóvenes de Rionegro, El Playón, Lebrija, Socorro, Palmas del Socorro y Confines.
“La idea es que con el proyecto se obtenga información desde el territorio en cuanto al impacto productivo, ambiental y económico del manejo adecuado de dichos residuos, con potencial de escalamiento a nivel nacional”, manifestó Juan Leonardo Cardona, investigador de Agrosavia y director del proyecto.
Por su parte, el Secretario de Competitividad y Productividad de Santander, Raúl Julián Serrano, indicó que “el desarrollo del proyecto obedece a la “estrategia para el fortalecimiento del agro hasta la ciudad, como proceso de crecimiento sostenible para reducir significativamente el impacto ambiental, fomentar el emprendimiento, competitividad y generación de empleo en el departamento de Santander, siendo este proyecto punto de partida de una verdadera economía sostenible”.