En las últimas semanas, en todo el área metropolitana, los habitantes de calle han sido víctimas de ataques de intolerancia que han terminado en homicidio. Aldemar Duarte Camargo, de 41 años, se salvó de convertirse en otro saldo ‘rojo’.
La madrugada del viernes lo atacaron con un arma blanca cuando se encontraba durmiendo en un andén, en la calle 28 con carrera 3, del barrio Girardot de Bucaramanga.
No pudo ni verle los ojos a su agresor, lo hirió a traición por la espalda.
Cuando reaccionó por el dolor de la cortada ya no había nadie.
Aldemar fue trasladado a un centro hospitalario y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.