En medio de la pandemia por el Covid-19, el uso prolongado de tapabocas o caretas se ha hecho indispensable y obligatorio para prevenir el contagio.
Sin embargo, este elemento de bioseguridad exige que las personas hagan un mayor esfuerzo vocal, buscando tener una comunicación verbal adecuada con los demás.
En ese sentido, un grupo de estudiantes de fonoaudiología de la Universidad Manuela Beltrán, UMB, tomaron la iniciativa de analizar las alteraciones vocales producidas por el uso prolongado del tapabocas.
Angélica Ortiz, fonoaudióloga y docente de cátedra de la UMB, fue la encargada de dirigir este trabajo investigativo.
Explicó que aplicaron una encuesta a 41 personas, que en su mayoría pertenecen al sector salud y que además no realizaron trabajo desde casa, es decir se han mantenido en sus puestos de trabajo con normalidad durante la pandemia
Del total de participantes, el 58% refirió usar la voz más de 6 horas durante su jornada laboral y el 27%, de 4 a 6 horas.
En la investigación se evidenció que el 88% de los encuestados ha notado cambios en su voz durante las jornadas laborales.
El 90% siente que el uso del tapabocas le ha impedido manejar su voz, produciendo la necesidad de elevar su intensidad para lograr comunicarse.
“Claramente el uso del tapabocas genera una barrera para el paso de la voz, haciendo que los decibeles bajen y que el receptor no logre entender y, a esto se le suma el distanciamiento, por eso tenemos que hablar un poco más fuerte y si no sabemos cómo hacerlo, se genera dolor en la laringe, carraspeo, cansancio y fatiga vocal”, señaló la docente.
La disfonía también es otra de las consecuencias del uso prolongado del tapabocas, según este estudio, el 56% de los entrevistados tuvo esta alteración en la voz.
Aunque reconocen que el estudio abarcó una muestra muy pequeña, si da luces de lo que ha producido en la voz usar un tapabocas.
La docente comentó que esperan seguir profundizando en el tema y ampliar la muestra, con el fin de tener un estudio más robusto.
Apelan al cuidado de la voz
Tras los resultados y la necesidad de seguir utilizando mascarillas, desde el programa de fonoaudiología se plantearon estrategias para el cuidado de la voz para aquellos trabajadores que están expuestos a desarrollar patologías vocales.
“Es importante recordar los beneficios que pueden aportar al bienestar vocal el hacer pausas vocales y el consumo de agua de forma constante, la realización de ejercicios de calentamiento vocal o proyección de ésta, todo esto con el fin de mantener hidratada la mucosa que recubre los pliegues vocales y evitar las lesiones en ellas”.