Un día amargo y doloroso vivió ayer una familia en Piedecuesta.
A las 10:40 de la mañana una llamada alertó a las autoridades sobre un posible suicidio en el barrio Bellavista. Álvaro Guerrero, de 50 años, no atendía a las llamadas de Anita Moreno, su hermana.
Angustiada, la mujer pidió ayuda para entrar a su habitación. Cuando la Policía forzó la puerta, hallaron sin vida a Álvaro. Habría ingerido veneno.
El cadáver fue trasladado a Medicina Legal de Bucaramanga para la inspección técnica y verificar qué sustancia tóxica ingirió.