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COP16: ¿Qué impacto tiene que solo vengan la mitad de los presidentes anunciados?

Aunque la delegación de Brasil asiste a la COP16, la ausencia de Lula Da Silva es un golpe sensible para el Gobierno. 

No paraba de mover su mano derecha con un lápiz golpeando la mesa. Con tono de resignación, el presidente Gustavo Petro soltó una frase que dejó en silencio al auditorio ocupado por representantes de varios países que asistieron a la Conferencia Interamericana de Ministras y Ministros de Trabajo de la OEA: “En este momento se está realizando la COP16 en Cali. Dice el New York Times que es el más importante de la historia en biodiversidad, se han reunido los pueblos, los gobernantes no, ¿cierto? Ni siquiera Lula me acompañó, pero bueno”.

El mandatario hizo esa queja a pesar de que horas antes el Gobierno de Brasil, cercano ideológicamente al colombiano, le hizo llegar una carta en la que comunicaban que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva no podrá asistir la semana que viene a la COP16 debido a un accidente que sufrió y que modificó toda su agenda. Da Silva, quien tiene 79 años, fue ingresado el sábado pasado en el Hospital Sirio-Libanés de Brasilia “después de un accidente doméstico, con una herida corto-contusa en la región occipital”.

“Estoy bien, tuve un accidente, pero una tontería mía; fue grave, pero no afectó ninguna parte delicada”, dijo el mandatario brasileño. Tampoco pudo asistir, de hecho, a la cumbre de los Brics —un grupo de países de economías emergentes– realizada en Rusia, pero dejó instrucciones sobre el veto hacia Venezuela para impedir su entrada a esa asociación.

Pero el reclamo del jefe de Estado colombiano sobre la ausencia del presidente de Brasil tiene mayor trascendencia por la relación, no solo política, de ambos países. La extensión fronteriza supera los 1.645 kilómetros y comparten la Amazonía, considerada el pulmón del mundo y, precisamente, una región biodiversa, que es el tema principal de la COP16.

En conversación con El Colombiano, el doctor en Ciencias Biológicas y profesor de la Universidad Javeriana, Germán Jiménez, explica que “Brasil es uno de los países megadiversos del planeta. Junto con Colombia y unos 12 países más ostentan el título de megadiversos (entre todos contienen cerca del 70 % de las especies del planeta)”.

De acuerdo con el académico, Colombia y Brasil no solamente comparten territorio en el Amazonas, “sino que su localización geográfica y su geografía en general, les permiten mantener muchos tipos de regímenes climáticos, los cuales se manifiestan en variedad de hábitats y a esto se asocia una gran diversidad de vida en forma de plantas, animales y ecosistemas”. 

Aunque la delegación de Brasil asiste a la COP16, la ausencia de Lula Da Silva es un golpe sensible para el Gobierno. “El que un presidente no venga no necesariamente representa descontento, puede ocurrir que muchos gobiernos se están cansando de asistir a estas COPs y en especial a las de biodiversidad y todo avance muy lento, de manera que no se logra llegar a la metas propuestas en la anterior y todo termina en que los países se van con más tareas que cumplir y que se van acumulando, mientras el tiempo para las acciones se hace más corto”, agrega el profesor Jiménez.

La queja del presidente puso los reflectores en las sillas vacías. Son muy pocos jefes de Estado los que acudirán a la COP16 y Petro tenía la expectativa de que asistieran aliados de la región, como Claudia Sheinbaum de México y Gabriel Boric de Chile. Pero, según el Gobierno, participarán los mandatarios de Bolivia, Armenia, Surinam, Guinea Bisáu y Haití. El anuncio inicial de la ministra Susana Muhammad incluía 10 jefes de Estado.

Para el politólogo Carlos Prieto “esa circunstancia implique un golpe de realidad para el Gobierno Nacional, en la medida en que deja en sus justas proporciones al evento y al papel de los dignatarios en el mismo. Da la impresión de que el presidente asumió que, como la problemática medioambiental y la transición energética son elementos importantes en su discurso y en su visión del mudo, lo serían también para otros líderes mundiales. Tal vez esa circunstancia, la falta de convergencia de los intereses de Petro con los de sus colegas, es lo que lo desilusiona”, dijo el analista a este diario.

En cambio, otra alta fuente del Gobierno que prefiere no revelar su identidad, señala que “las ausencias de presidentes no son tan importantes. Aquí es necesario que los tomadores de decisiones, como ministros de ambiente y sus delegaciones, sean los que se involucren en la agenda y reconozcan a Colombia como un referente en gestión climática”.

Sin embargo, la inconformidad de Petro tiene que ver con su proyección como líder internacional. Que no asistan sus aliados regionales a un evento tan importante le puede restar relevancia en el ajedrez geopolítico. Por otro lado, se ven las grietas en la relación con Lula, que a su vez está distanciado de Nicolás Maduro.

“El efecto práctico es el del golpe de realidad: lo que para Petro es importante, para el concierto de la comunidad internacional no lo es tanto, y esa circunstancia debe implicar un llamado de atención”, agregó el profesor Prieto.Para saber más: el papel de Brasil en la COP16El profesor Germán Jiménez coordina la maestría en restauración ecológica en la Universidad Javeriana, el papel de Brasil es fundamental en la COP16. “La agenda de Brasil sigue estando muy acorde con las necesidades en general que tenemos todos los países del hemisferio sur y en particular los megadiversos. Esta agenda está muy relacionada con desarrollo sostenible y conservación de la biodiversidad. Inclusive han propuesto el que se aumenten los recursos financieros para que nuestros países puedan cumplir las metas de los compromisos ambientales hechos”, señaló el experto a El Colombiano.

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