Miguel Torres Cáceres, 53 años de edad, fue el motociclista que perdió la vida en el grave accidente de tránsito ocurrido en el kilómetro 2 de la vía entre Bucaramanga y Pamplona, justo a la altura de estación Terpel de Morrorrico, en la mañana de este domingo 14 de abril.
Familiares de la víctima informaron a Vanguardia que la víctima se dirigía para su vivienda en el barrio Buenos Aires, en la comuna 14, cuando se presentó el fatídico hecho en el que se vio involucrada otra motocicleta y una tractomula.
“Él había bajado con su esposa a hacer mercado a la Plaza de Mercado de Guarín, porque tenían un local de comida rápida. Ya iban subiendo como a las 11:30 a.m. para el barrio, cuando nos dicen otra moto que venía bajando lo rozó, lo desestabilizó y fue a dar debajo de la mula que también iba subiendo”, fue la versión entregada por Cecilia Torres, hermana del fallecido.
Tras el siniestro vial Miguel Torres terminó atrapado debajo de las llantas traseras del vehículo de carga, mientras que su pareja quedó metros abajo con lesiones en las piernas y una mano.
Ella, de acuerdo con videos grabados después del accidente, pedía afanosamente a la comunidad que ayudaran a su esposo. Nadie se atrevía ante la gravedad de la situación.
Una vez paramédicos en ambulancia hicieron presencia en el sitio, fue rescatado y bajado hacia la Clínica La Merced, a donde desafortunadamente ingresó sin vid.a
“Dicen que siempre se demoró la ambulancia en llegar y ya iba sin vida cuando lo bajaban. Ya estaba bastante desgonzado. La llanta de la mula le cogió y le abrió la pierna”, añadió la familiar.
Torres Cáceres se ganaba la vida como guarda de seguridad en el Hospital Internacional de Colombia, HIC, ubicado en el municipio de Piedecuesta. Era también padre de dos hijos, de 24 y 21 años.
El accidente dejó además otras dos personas heridas, quienes viajaban en la otra motocicleta. Ellos se recuperan en centros médicos.
“Quiera saber cómo sucedieron los hechos, si hubo culpabilidad de la mula o de la otra moto que bajaba. Desearíamos saber bien las circunstancias de ese momento y cuál fue la imprudencia. Ahí le tocaría a las autoridades establecer”, concluyó Cecilia Torres.
La Dirección de Tránsito de la capital santandereana se encargó de adelantar la inspección técnica al cadáver y levantar el croquis respectivo para establecer las responsabilidades.
El cuerpo del hoy fallecido permanece en la morgue del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, ubicada en el barrio Campo Hermoso de Bucaramanga, para ser entregado a sus seres queridos.