A 40 años y cuatro meses de prisión fue condenado Pablo Julián Lozano Pinto, de 28 años, por el asesinato de su mamá Lucía Juliana Pinto, de 47 años. Se trató de un crimen que conmocionó a Bucaramanga el 21 de septiembre del año pasado.
Este joven aceptó su responsabilidad por el delito de feminicidio agravado, quedando en firme la condenada este martes 20 de febrero por decisión de un juez de conocimiento.
El atroz feminicidio ocurrió al interior de un tercer piso en una vivienda de la calle 51 con carrera 20 del barrio La Concordia, en Bucaramanga, cuando Lozano Pinto agarró un cuchillo y le quitó la vida a su propia progenitora.
“Hubo una discusión y una vez más la agredió con patadas y palabras soeces. Esta vez no hubo amenazas sino que la mató. Tomó un cuchillo y fueron 30 puñaladas las que le causó, le quería causar dolor. Fue con sevicia y crueldad excesiva”, dio a conocer la Fiscalía durante las primeras audiencias.
Estaban los dos solos. Su hermana, de 12 años, se había ido para el colegio, mientras que el esposo (padrastro del hoy condenado) estaba de viaje, ganándose la vida en la carretera.
Los vecinos que escucharon los angustiosos gritos de la mujer fueron quienes reportaron la situación a la Policía. Sin embargo, cuando los uniformados hicieron presencia en el lugar ya el joven le había quitado la vida a su madre.
Él mismo fue quien les abrió la puerta a las autoridades, mostrando la atroz escena y siendo capturado enseguida.
Ciclo de violencia
Lucía Juliana luchó incansablemente durante varios años para sacar a su hijo del consumo de drogas, llevándolo a centros especializados en Medellín. Pero él contrario a esto, según las pruebas mostradas por la Fiscalía, le pagaba agrediéndola.
“Cuando lo iba a visitar a Medellín y en la misma casa de Bucaramanga, le pegaba puños, patadas, y la amenazaba de muerte. Era misoginia con su mamá”, relató la fiscal.
La misoginia es la aversión a las mujeres o falta de confianza en ellas, que según la Fiscalía era lo que ocurría en la relación entre los dos.
Además se señaló que Pablo Julián Lozano Pinto culpaba a su mamá de su orientación sexual y su adicción a las drogas, motivos por los que la habría asesinado.
“Pablo Julián sufrió una crisis e intentó quitarse la vida, pero su mamá siempre estuvo ahí con él; no obstante, en abril pasado la habría sacado corriendo, la insultó y le pegó. Por problemas que tuvo con una pareja que tenía en Medellín, que la amenazó con asesinarla, y con los dueños del apartamento donde vivía, regresó a Bucaramanga”, precisó la Fiscalía.
