De acuerdo con algunos científicos, algunas personas sufren caídas en los niveles de azúcar en la sangre varias horas después de comer, por lo que experimentan más hambre durante todo el día.
Así lo reveló un estudio publicado en Nature Metabolism realizado por Predict, un programa de investigación nutricional que analiza cómo el cuerpo responde a los alimentos.
Según este estudio, las personas con grandes caídas en sus niveles de azúcar aumentaron 9% el hambre y esperaron alrededor de media hora promedio antes de su próxima comida.
Además, consumieron 75 calorías más en las próximas 3 o 4 horas al desayuno, y aproximadamente 312 calorías extra durante todo el día. Esta conducta alimenticia podría significar 9 kilos de más al final de un año.
Mientras que quienes tuvieron descensos menores, esperan un lapso más largo y por ende, comen menos.
En conclusión, los expertos recomiendan a las personas alimentos que funcionen con su organismo pues estos les ayudan a sentirse más llenas durante más tiempo y reducir la frecuencia de la alimentación así como las porciones.