Dani Alves pidió ser escuchado, nuevamente, en el proceso que se lleva en su contra por presunta violación a una joven de 23 años en Barcelona (España). El jugador, que permanece en prisión, ahora dice que la relación fue consentida y que mintió para ocultar la infidelidad.
Se trata de la segunda vez que el deportista, de 39 años, declara sobre lo sucedido en el baño de una discoteca de Barcelona en la madrugada del 31 de diciembre del año pasado.
El brasileño reconoció hoy que sí mantuvo un encuentro con la joven y que el mismo incluyó sexo oral y penetración. Relató que desde el principio hubo “tensión sexual” con la ahora víctima del caso y que, por tanto, decidió invitarla al baño.
Durante media hora el jugador confesó que ha mentido en sus anteriores declaraciones por temor a que su esposa se diera cuenta de la infidelidad.
Alves está detenido desde enero y desde entonces ha dado varias versiones, entre oficiales y declaraciones a medios, diferentes sobre los hechos que lo acusan.
Mientras avanzaba una de las audiencias en su contra, el futbolista entregó tres versiones distintas.
Primero dijo que él estaba en el baño cuando la joven entró y que en ese momento no hubo ningún contacto físico. Luego, al fiscal del caso, le relató que estaba en el baño del VIP cuando ingresó la joven y se quedó sin saber qué hacer. Después, dijo que fue ella quien se le tiró encima mientras hacía sus necesidades y le practicó sexo oral.
En todo caso, las cámaras del lugar evidenciaron que la víctima y el jugador estuvieron en el baño durante 15 minutos. Además, se han recolectado muestras de ADN que coinciden con el de Alves.
La víctima del caso relató que estaba departiendo con dos amigas en la discoteca cuando fue arrastrada por el brasileño hasta un baño. Allí intentó obligarla a practicar sexo oral. Ella opuso resistencia. El lateral de la Selección brasileña habría enfurecido. La golpeó reiteradamente. Le provocó rasguños y la violó.