Una caladora, sierra de mano y una lijadora pequeña fueron los instrumentos de trabajo con los que Carlos Carvajal, de 42 años, comenzó a hacer realidad sus creaciones en Fabrisander Country.
Luego de cerrar en 2018 su negocio de country ubicado en Bogotá para regresar a Bucaramanga por problemas de salud de familiares de su esposa Claudia, llegó a la ciudad para retomar su oficio con dos artesanos.
El 14 de mayo de 2022, luego de esquivar múltiples dificultades, Carvajal se aventuró a montar este local con sus últimos ahorros para seguir haciendo sus creaciones que tanto le apasionan, pues afirma que a sus 42 años todavía le gustan los juguetes y le saca el gusto a la fabricación de un farol, un camión, unos venados o cualquier otro objeto en country que fabrique con sus propias manos.
Carlos es enfático en su amor por los juguetes porque le recuerdan la leyenda de Santa Claus, un viejo carpintero que vivía solo en una cabaña llena de juguetes hechos a mano.
“El trabajo es muy duro. Sacarme un sueldo, pagar el mes de arriendo y servicios, tanto del negocio como de la casa”, cuenta este emprendedor que trabaja en este negocio de lunes a viernes desde las 8:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde y los sábados de 9:00 de la mañana a 4:00 de la tarde.
“Mi negocio es pequeño, pero es agradable”, dice Carvajal cuando habla de su local ubicado en la Calle 34 #26-96, un lugar que resalta a la vista de cualquier persona curiosa de las manualidades que camina por el andén y le es inevitable no hacer una parada para detallar las creaciones que fabrica Carlos allí mismo.
Si está en búsqueda de objetos navideños como anchetas, cajas, regalos o incluso los farolitos para el Día de las Velitas del 7 de diciembre, puede encontrarlos en este negocio.
A pesar de las dificultades, este artista del country confía en que su negocio sea próspero y siga creciendo para hacer las fabricaciones que tanto le gustan.
“Como dice mi esposa Claudia. De nada serviría ser médico si no le tengo amor a las personas. De nada serviría ser juguetero si no amo los juguetes”, dice este emprendedor cuando habla de la importancia de hacer las cosas con cariño, que, según él, “es más que todo por gratitud con Dios”.
Carlos Carvajal define su negocio como el retrato de la Monna Lisa de Leonardo da Vinci. “Así la vuelvan a hacer no queda igual”, dice el emprendedor, quien resalta que sus creaciones en country son trabajos únicos a mano con amor irrepetible.
Si desea comunicarse vía Whatsapp con Carlos Carvajal para hacerle alguna compra, el número es 3024503881