Cansados de la desatención y desinterés, padres de familia y alumnos del Instituto Técnico Industrial del Socorro, anunciaron que saldrían a las calles la próxima semana a protestar contra la administración municipal y la Gobernación de Santander.
El motivo principal que impulsa a la comunidad estudiantil a marchar, es la falta de inversión para la recuperación de la planta física de la sede Central de Varones, cerrada desde febrero de 2020 por el colapso de un techo en uno de los salones, contó Pablo Sarmiento, rector de la institución.
Desde ese momento la sede fue cerrada debido al riesgo que representaba, luego se entró a la pandemia y ahora cuando se quiso implementar la alternancia no fue posible porque además hay otros dos salones con techos casi en el piso.
De las siete aulas de clase que tiene la sede, tres están inutilizables. Sarmiento explicó que todo el techo está lleno de comején y representa un gran riesgo para alumnos y docentes.
Por este motivo, en abril de este año el inmueble fue declarado en emergencia sanitaria y con eso se tenía la esperanza de que la inversión llegará más rápido, pero nada de nada.
El silencio es total, aseguró Sarmiento, quien buscando respuestas remitió un derecho de petición ante la Secretaría de Planeación del municipio, solicitando un cronograma de trabajo que le permitiera conocer para cuándo estaba proyectada la remodelación y así poder proyectar la presencialidad.
Ante la no respuesta del despacho, la queja fue remitida en septiembre pasado a la Procuraduría Provincial. Sarmiento expresó que el inconformismo es total y por eso la necesidad de salir a las calles.
El directivo señaló que aunque intentó reunirse con la alcaldesa, Claudia Porras, nunca fue atendido y aunque funcionarios de la Alcaldía fueron varias veces a hacer mediciones, de eso no pasa.
Las quejas de desatención a la infraestructura educativa no son nuevas. Otra institución que ha reclamado atención de parte de las autoridades locales, departamentales y nacionales es la escuela rural El Chanchón, sin éxito. Solo con la intervención del Club Rotario, por pequeños estudiantes, pudieron volver a tener baños.
Al no tener la sede Central de Varones en funcionamiento, 144 niños de preescolar y primaria se quedan sin un lugar donde recibir clases.
La otra opción es la otra sede de primaria ubicada en la parta alta del municipio en el barrio El Convento, hasta donde el desplazamiento se convierte en un problema para muchos de ellos, aseveró el rector.
Sarmiento indicó que es muy difícil para la institución pensar en volver a la presencialidad completa el próximo año. Actualmente 44 niños que recibían clases en la sede clausurada lo hacen en la del barrio El Convento, sin embargo, es poco probable que en 2022 la institución pueda pensar en volver a una normalidad académica con la infraestructura en ese estado.
No hay plata
El otro motivo de la protesta es la falta de asignación de recursos por parte de la Gobernación de Santander, para la contratación de personal de aseo.
Hasta ahora, la limpieza de las instalaciones del ITIS la vienen haciendo padres de familia contratados por la institución, que tenía algunos recursos guardados desde 2019 que habían aportado los mismos padres de familia.
“Esa plata alcanza hasta noviembre”, recordó Sarmiento, asegurando que en medio de la crisis económica que viven las familias da pena pedirles plata para el mantenimiento del colegio, siendo esta una responsabilidad de las autoridades, en este caso departamentales.
