Seis años completará sin uso y sin haber atendido un solo niño, el Centro de Desarrollo Infantil (CDI) ubicado en el barrio Pablo VI de San Gil.
Eso sí, la placa de la obra con fecha de diciembre de 2015, permanece intacta con los nombres del gobernador de Santander, el alcalde de la época y la empresa contratista.
La obra construida en un lote cedido por el Colegio Nuestra Señora de la Presentación y en donde se invirtieron $1.340 millones aportados por el Fondo Financiero de proyectos de Desarrollo, es el ejemplo perfecto de la desidia y la falta de interés de los entes del Estado.
Tras su construcción y terminación, la obra no pudo ser entregada satisfactoriamente al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) debido a los múltiples problemas de humedades y filtraciones de aguas lluvias. Solo bastaron unos aguaceros en su momento para evidenciarlo.
En 2018, el entonces secretario de Infraestructura de Santander y hoy alcalde de San Gil, Hermes Ortiz, explicó a este medio que “la recibió la Gobernación de Santander debió entregarse al ICBF, pero luego de que ocurrieran unos aguaceros y la obra se inundara, se denotó que faltaban obras complementarias para evitar unas aguas lluvias”.
En ese momento dicho despacho se comprometió a hacer un proyecto rápido para su recuperación y entrega. Hoy el CDI permanece vacío, aunque al parecer ya sin los problemas de filtración de agua.
Luis Medina, personero de San Gil, llevó el caso a la Contraloría General de la Nación, CGN, para que fuese incluido en iniciativas como ‘Compromiso Colombia, cuentas claras’, buscando poner a andar este ‘elefante blanco’, en el que deberían estar siendo atendidos 95 niños.
Medina agregó que tras las gestiones, desde la CGN se comprometieron a hacerle seguimiento a la historia del CDI.
Una nueva ilusión
El personero, acompañado de la interventora de la obra y dos veedores civiles sangileños, visitaron las instalaciones del CDI y ahí el resultado fue alentador.
Aunque se evidencia el descuido y la falta de mantenimiento en algunos techos, las zonas verdes y otros espacios, el problema de las correnterías de aguas ya estaría solucionado, es decir, que el mayor inconveniente ya habría sido resuelto.
Para confirmarlo y evaluar las nuevas adecuaciones que se requieren, la interventora volverá hoy al CDI en compañía de un profesional de la Gobernación, para hacer una lista de chequeo y así presentar los requerimientos al ente departamental.