Ocho colegios privados de San Gil presentaron ante la Alcaldía la solicitud formal para que los dejen funcionar bajo el modelo alternancia.
En una visita al secretario municipal de Gestión Social, Mauricio Ardila, y mediante un documento radicado al alcalde de San Gil, Hermes Ortiz Rodríguez, los rectores piden que se analicen las condiciones especiales de su funcionamiento.
En el inicio de este mes, el comité de alternancia educativa del municipio, decidió que por ahora no se habilitaría el regreso presencial a clases para instituciones públicas ni privadas, dejando a estas últimas con todo listo para recibir a los alumnos en las aulas de clase.
El protocolo definido por el que la alcaldía entrega el sello de establecimiento bioseguro, le permite al Gimnasio Moderno, por ejemplo, tener en sus aulas hasta 9 alumnos.
De los ocho colegios -todos ya presentaron los protocolos- cuatro fueron visitados y se les instaló el sello que garantiza los procesos y los cuatro restantes, aún están a la espera de la visita oficial.
Lisseth Acosta, rectora de la mencionada institución, indicó que por las cifras de contagio y la alerta roja hospitalaria, se esperaba que no se habilitara la alternancia, pero ahora en alerta naranja y con casi todo funcionando, espera que se les permita funcionar de acuerdo a los parámetros de esa nueva presencialidad.
“Que nos evalúen de manera diferente para nosotros iniciar con la alternancia a partir de marzo, que visiten nuestras instituciones y si tenemos que reajustar los protocolos, lo hacemos”, dijo Acosta.
Lo mismo sucede con el Green Garden School, una institución también de preescolar, en donde también implementaron todo lo necesario.
“Los protocolos los presentamos en noviembre del año pasado, nos visitaron y nos pusieron la etiqueta. Después de eso tuvimos dos visitas más y las pasamos todas”, aseguró Margarita Forero, rectora de la institución.
Uno de los argumentos entregados por los directivos de estas instituciones privadas, es que se tenga en cuenta que ellos no tienen el gran número de alumnos de las instituciones públicas, lo que les permite recibir al 30% de los estudiantes sin ningún problema, manteniendo en distanciamiento mínimo de un metro entre cada puesto.
“Nosotros tenemos un salón habilitado para 10 niños, otro para 8, uno para 4 4 y otro para 2. El aforo máximo permitido en el protocolo es de 50 y estamos lejos de esa cifra”, dijo Contreras, que vio cómo en su institución la reducción de alumnos entre febrero y noviembre del año pasado fue casi del 80% por la pandemia.
Los retiros de los niños de las aulas de clase obedecen a temas económicos o de miedo por el virus. En medio de la crisis, Forero explicó que no entiende como mientras bares, discotecas y otros lugares de ocio y entretenimiento permanecen abiertos, el sector educativo sigue cerrado.
¿Qué hace falta?
Para iniciar con la presencialidad, lo primero es que el alcalde de San Gil cite a una reunión extraordinaria al comité de alternancia.
Si eso no sucede, tendrán que esperar la reunión mensual del organismo en marzo.
Ahí, entre algunos parámetros, se evaluará el ritmo de contagios en el municipio, la ocupación hospitalaria generada por el virus y la dinámica de casos activos.