El mal tiempo y -en especial- los problemas para completar el pilotaje, habrían obligado a la empresa constructora y la Gobernación de Santander a ajustar el cronograma de trabajo de la obra del hospital de San Gil.
Un estudio elaborado por la empresa contratista asegura que hay 90 días de retraso. Ese informe fue presentado ante la Secretaría de Infraestructura de Santander.
La decisión entonces fue hacer la reprogramación sin que aún se haya afectado oficialmente el tiempo de entrega, que seguramente será modificado, según explicó Jorge Delgado, director de la obra.
La tarea ahora, según el acuerdo al que llegaron el contratista y la Gobernación de Santander, es terminar el excavación de pilotes y en ese momento se evaluará realmente cuánto tiempo más se requiere para completar la primera fase, que incluye la construcción del edificio en obra gris en diciembre de este año.
La expectativa de Delgado es que se pueda terminar el proceso de cimentación -si el agua y las piedras dejan- en agosto.
Sin embargo, como él asegura, “es muy incierto, va muy lento, (….) los pilotes debimos terminarlos antes de Semana Santa y vea. En mayo avanzamos muy poco porque fue terrible por las lluvias”, afirmó.
La información fue entregada por el representante de la obra luego de la visita de una funcionaria del Ministerio de Salud y Protección Social, la Gobernación de Santander, el gerente del Hospital Regional de San Gil y voceros de las dos veedurías ciudadanas.
La primera fase del proyecto de reposición de la infraestructura del principal centro de salud de la provincia guanentina, tiene una inversión de $23.800 millones.
La segunda y tercera fase que costarán cerca de $25.000 millones, deberán ser contratadas justo cuando termine la primera -ese es el compromiso del gobernador Mauricio Aguilar- y los recursos estarían garantizados a través del Pacto Funcional de la Gobernación de Santander con el Gobierno Nacional.
El avance de la obra
La obra que estuvo paralizada un año y retomó labores en los primeros días de 2021, tiene una evolución del 25% según el nuevo cronograma, cinco puntos por debajo de lo esperado.
Teniendo en cuenta el anterior criterio de medición, el retraso sería superior al 15%, porque para el momento el esqueleto de la estructura ya debería verse.
“De los 610 pilotes que conforman la cimentación quedan 112 por taladrar. Lo que queda por hacer es que sigan trabajando hasta conseguirlo”, dijo Raúl Alberto Angarita Cogollo, supervisor de la los contratos de la obra e interventoría de la Gobernación de Santander.
El profesional aseguró que al tiempo se evidencia un buen avance en los sectores A y B del proyecto, en donde ya hay columnas levantadas. Delgado explicó que se seguirá trabajando en los dos frentes intentando reducir al máximo el tiempo perdido.
