Una conversación de WhatsApp entre una persona que buscaba empleo y un empresario dueño de un restaurante, generó controversia en la red social X, luego de exponer las condiciones laborales ofrecidas, que para muchos bordean la explotación. La incómoda conversación, difundida por la popular cuenta española en X (Twitter) @SoyCamarero, muestra una oferta de trabajo que, según criticaron los usuarios, podría considerarse como “esclavismo”.
En este caso, Soy Camarero compartió una captura de pantalla de una oferta de trabajo para el puesto de ayudante de cocina. La oferta de empleo es excesivamente transparente, y detalla un puesto de trabajo completamente increíble y absurdo, que requiere una dedicación absoluta, como si el negocio fuese del empleado. “Se necesita a alguien que levante el negocio”, se resume en la publicación.
Y es que los requisitos para esta oferta de trabajo van más allá de lo que se espera de un ayudante de cocina. Por no hablar de las condiciones, que no cumplen ningún tipo de requisito legal. “Nuestra ubicación es muy buena, pero hay poca gente comiendo en este momento”, comienza detallando la descripción del empleo.
Un salario que no cumple el mínimo exigido
“Queremos encontrar a alguien que ayude a levantar esta tienda”, es el objetivo principal del empleo, como si buscasen un relaciones públicas. “Es un bar y restaurante, de momento no hay mucha gente para comer, solo 5 o 6 clientes a la hora de la comida”, continúan aclarando, para justificar su petición. “Tienen que ayudar todos, y recoger las terrazas”, algo que no entra dentro de las funciones de un ayudante de cocina.
La publicación acumula hasta ahora más de 307.000 reproducciones y 1 millón de “like”. Muchos se preguntan cómo será este nuevo “turno partidísimo” o “eviscerado”, en el que hay que acudir tres veces al lugar de trabajo. Otros usuarios, haciendo gala del humor de Twitter y en referencia al carácter cuasi esclavista de la oferta, se preguntan si “¿la cama la pone el dueño, o tiene que llevarla el empleado que tiene que ‘levantar’ el negocio?”, y “¿el látigo va incluido en el sueldo o cada uno se trae el suyo?”.
